"Nos vemos en la penosa necesidad de tener que intervenir",  argumentó Yassir Molina, uno de los rostros visibles de la organización que cobró protagonismo durante los violentos conflictos suscitados durante la crisis postelectoral de 2019. 

Según explicó, su intención es que la basura producida en Cochabamba pueda llegar hasta el botadero en las afueras de la ciudad, además de realizar la entrega de "ayuda humanitaria" a quienes denominó como "hermanos de K'ara K'ara". 

Molina, en su contacto con medios locales, dijo que si intención no es buscar la confrontación ni protagonizar hechos de violencia.

Sin embargo, la semana anterior fue filtrado un audio en el que se le escuchaba hablando en una jerga militar y mencionando la habilitación de "municiones en el depósito 1 y 2". En ese mismo material, aseguraba que "estaban con la Policía boliviana" y que habían participado de una reunión en la que tenían identificados a dirigentes y líderes que impulsaron las movilizaciones en la zona sur.

"Vamos a estar a cargo de las autoridades", dijo entonces y aclaró que su intervención sería "solo en caso de ser necesario". "Vamos a esperar la convocatoria de aquellas personas pertienentes y las autoridades que son correspondientes para cierto movimiento", insistió.