1.- ¿Qué le motivó a postular al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP)?
La crisis que está atravesando la administración de justicia en su conjunto. Considero que mi formación, mis conocimientos y mi experiencia profesional pueden ser de utilidad para superar esta situación que está tocando fondo y está afectando de manera profunda a nuestra sociedad en su conjunto, así como al sistema democrático en Bolivia. 

2.- Si es electo como nueva autoridad del Órgano Judicial, ¿qué medidas adoptaría para mejorar la administración de justicia?
Para mejorar la administración de la justicia, el Tribunal Agroambiental, el Consejo de la Magistratura, el Tribunal Supremo de Justicia y el Tribunal Constitucional Plurinacional deben conducir un plan de reordenamiento del Órgano Judicial, el cual debe incluir la desjudicialización de muchos de los procesos que hoy están en manos de los jueces para traspasarlos a instancias administrativas o técnicas.
También se debe propiciar un gran acuerdo nacional que involucre al Gobierno nacional, a la sociedad civil a través de sus representantes y al Órgano Judicial para lograr que a través de este acuerdo la justicia pueda hacer las reformas necesarias para que la crisis sea superada.

3.- ¿Qué se debe hacer para mejorar el trabajo del TCP?
Crear juzgados de garantías constitucionales que se deben instalar en las nueve capitales de departamento y en las principales ciudades intermedias. Hasta ahora, el Tribunal Constitucional se ha quedado en Sucre y no se lo conoce en el territorio nacional. Las acciones constitucionales que se presentan están siendo atendidas y resueltas por jueces ordinarios, algo que no corresponde y ha devaluado la justicia constitucional.

4.- ¿Considera que con la aplicación de la nueva legislación y la elección de magistrados el 3 de diciembre el pueblo boliviano puede esperar el ansiado cambio de la justicia?
La sola elección de los magistrados no es suficiente para que los cambios cualitativos que se deben realizar superen la crisis, pero es obvio que los nuevos magistrados estarán habilitados para liderar este cambio. Creo que no puede haber una nueva justicia si no se da con nuevos jueces. En ese sentido, creo que los nuevos tendrán la responsabilidad de liderar esta reforma, estos cambios con la participación de importantes sectores sociales de nuestro país y del propio Gobierno, que debe asumir su cuota de responsabilidad en el manejo de un poder del Estado difícil de cualificar.

5.- La retardación de la justicia es uno de los problemas más denunciados, ¿qué propone para resolverla? 
Primero hay que pensar en un sistema de desjudicialización de muchos procesos, que hoy están en manos de los jueces y que deberían ser traspasados a niveles administrativos o técnicos, por ejemplo de los gobiernos municipales. Cortar los procedimientos y elegir jueces honrados antes que buscar otras cualidades. La retardación de justicia es un mal que está afectando al conjunto de las bases mismas de la administración de justicia. Con jueces honrados creo que podemos revertir a niveles aceptables que puedan considerarse normales y que no perjudiquen de una manera profunda a la sociedad boliviana.