Montaño dijo que el día de las elecciones lo único que contará serán los votos válidos, “por eso lo importante es que la población pueda informarse”.

Para lograr ese propósito, en criterio de Montaño, se levantaron todos los candados legales que existían e impedían que la población pueda conocer a los postulantes.

Las modificaciones efectuadas a la normativa permiten a los medios de comunicación entrevistar a los candidatos, informar sobre sus antecedentes y generar cualquier escenario de debate entre quienes buscan ser elegidos en las elecciones del 3 de diciembre.

Montaño señaló que ése es el escenario democrático que no había en 2011, en las primeras elecciones judiciales.

“Las únicas limitaciones que existen hoy son que los candidatos no pueden solicitar el voto y no pueden hacer guerra sucia contra otro candidato”, declaró a los periodistas.

Señaló que la población tiene el derecho a elegir, y pidió que se entere sobre los antecedentes de cada uno de los postulantes y saber las propuestas que tienen. “Eso es democrático”, remarcó.

Con ese propósito, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) diseñó una papeleta más sencilla.

PAPEL DE LA OPOSICIÓN

Montaño aseveró que es problema de la oposición si no tiene presencia por ninguno de los candidatos. Presume que personas como Samuel Doria Medina, Carlos Mesa o Jorge Quiroga Ramírez pretenden volver a elegir a las autoridades judiciales como lo hacían cuando ellos ejercían el poder en los ámbitos gubernamentales.

“Ellos eran parte de los gobiernos que se repartían los cargos. Ahora es el voto el que decide. Dejen al pueblo que decida”, demandó.

Con recortes de periódicos de la época del neoliberalismo, el presidente de la Cámara de Senadores, José Alberto Gonzales, recordó lo que ocurría en 1980, 1990 o inicios del nuevo siglo, cuando el destino de la justicia se definía entre las cuatro paredes del entonces Congreso de la Nación, “pero en medio de cuoteo, maletines negros y de espaldas al pueblo”.

Explicó que muchos de los opositores hoy se llenan la boca hablando de democracia, pidiendo voto nulo, cuando los mismos actores políticos en el pasado no encontraban consensos, acuerdos; se disputaban espacios, se ponían condiciones, hasta el extremo de que la Embajada de Estados Unidos era la que definía quién sí y quién no.

“Todo está aquí registrado, para mal de la actual oposición, si pudieran ellos hacer desaparecer estos registros seguramente lo harían con mucho gusto” indicó.