El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, aseguró hoy que el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, pide a la población a través de mensajes en las redes sociales que no cumpla la cuarentena rígida. En respuesta, la vocera de dicho partido, Marianela Paco, le pidió a Murillo que sea más serio en su trabajo y no haga acusaciones en base a “cuentas falsas”.

“A mí me preocupa muchísimo. He visto en las redes mensajes del candidato Luis Arce Catacora, el candidato de Evo Morales, llamar a la desobediencia de la cuarentena, decir que esta noche (domingo) se acaba. Señores esto es serio, esto no es una broma, no estamos jugando”, afirmó Arturo Murillo en una conferencia de prensa en Cochabamba.

Agregó que hasta la fecha, no ha visto ninguna propuesta del Movimiento Al Socialismo para luchar contra la pandemia del coronavirus. “Todos son cacerolazos, todos son cuetazos, (que) es mentira lo de la enfermedad. No seamos irresponsables”, dijo Murillo.

En respuesta a la acusación, la vocera del MAS, y exministra de Comunicación, Marianela Mercado también le pidió a Murillo “mayor seriedad, profesionalismo y respeto a la inteligencia del pueblo boliviano” y negó las acusaciones en contra de Arce Catacora, las calificó como “temerarias y perjuriosas” y dijo que se busca criminalizar las expresiones de “impotencia social”.

“Basa su acusación pública en cuentas falsas y además en publicaciones que denotan una intencionalidad que tiene que ver con defenestrar no solo al Movimiento Al Socialismo si no el de criminalizar a la población (que expresa) la indignación social, la impotencia social de las diferentes realidades que existen en el país”, manifestó.

La tarde del domingo 3 de mayo, de acuerdo a varias convocatorias de organizaciones sociales afines al MAS, se realizó “el petardazo”, con una explosión simultánea de explosivos en contra del gobierno de Jeanine Añez y exigiendo la inmediata realización de las elecciones.

Para las 19:00 de este domingo, también se convocó a “un cacerolazo contra el gobierno autoritario” para que la población, desde las ventanas de sus domicilios, cacerola y cucharón en mano, exprese su protesta.