Mientras algunos apoyan la decisión por la que se llevó en una avioneta militar, de Beni a La Paz,  a la exMiss Rurrenabaque Yarakoby Shiraishi, porque supuestamente se encontraba delicada de salud, otras la cuestionan porque muchas personas no tienen el privilegio de volver desde hace más de un mes a sus lugares de origen y peregrinan para retornar. Es más, hay quienes duermen en las calles y piden ayuda para sobrevivir, mientras otras caminan largos kilómetros para lograr volver a ver a sus familiares. 

Pero eso no es todo. El otro caso es igual o más cuestionado, porque una parlamentaria, que tiene una amistad muy estrecha con la Mandataria, no solo viajó con su hijo de Tarija a La Paz para asistir supuestamente a las sesiones parlamentarias, sino que fueron al cumpleaños de la hija de Jeanine Áñez. Este hecho causa indignación en algunos sectores de Tarija, y no es para menos, porque denunciaron que las muestran que se toman a pacientes sospechosos de coronavirus, son trasladados por vía terrestre hasta La Paz para realizar las pruebas.

Llama poderosamente la atención la forma tan “rápida”, por decirlo menos, en que esas tres personas (la diputada, su hijo y la exMiss), aprovechando la amistad con la presidenta Áñez y el ministro Yerko Núñez se trasladan a La Paz. Obviamente, no cumplieron con ninguna de las exigencias que considera la cuarentena total impuesta en el país para frenar la propagación del COVID -19. La hija de la Jefa de Estado realizó una fiesta, cuando el resto de bolivianos están confinados en sus viviendas, lo que significa que incumplió la normativa y puso en riesgo la salud y la vida de otros ciudadanos.

Si la FAB tiene facultades para trasladar a personas por razones humanitarias, ¿por qué no planifica vuelos para llevar a esos miles de hombres, mujeres y niños que están pasando penurias fuera de sus hogares? ¿Será que en Bolivia hay ciudadanos de primera y de segunda? Es claro que las autoridades de Gobierno deben explicar al país qué sucedió con esos polémicos vuelos. Ayer, el Ministro de la Presidencia intentó explicar las razones por las que “ayudó” a la exMiss Rurrenabaque, sin embargo, la justificación no es del todo satisfactoria. La diputada Gina Torres también habló, pero aseguró que no cometió ningún delito. Solo se disculpó con la Mandataria, por los problemas que le está generando el viaje de Tarija a La Paz en un avión de la Fuerza Aérea.

Por su parte, parlamentarios del MAS piden que la Contraloría General del Estado intervenga e investigue, porque la FAB no puede trasladar a civiles cuando realiza viajes oficiales o con autoridades de Gobierno.

Aunque muchos digan que se está mediatizando este tema, es claro que hay muchas preguntas que aún no tienen respuestas. No podemos dejar de lado el hecho de que en este caso están involucradas autoridades de Estado y una parlamentaria, por lo que sería bueno que las instancias llamadas por ley como el Viceministerio de Transparencia y Lucha contra la Corrupción investigue lo sucedido y sancione si se demuestra que se cometieron irregularidades en los dos vuelos “humanitarios”.