Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: viernes 04 de mayo de 2018
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Procesos contra autoridades electas
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Una de las estrategias para que no se fiscalice su gestión es evitar responder a las peticiones de informe escrito que emiten los concejales del MAS.
Señaló que existe mucha ineficiencia y poca claridad en los reportes que remiten las instancias ediles a solicitud de los legisladores. Además, no se cumplen los plazos establecidos de 15 días para remitir los pedidos presentados.
“No hay transparencia ni una apertura a proporcionar información. Como concejales estamos en la obligación de fiscalizar esta gestión, pero las autoridades del Ejecutivo obstaculizan esa labor porque no cumplen los plazos o no proporcionan la información solicitada”, dijo Silva.
Señaló que sólo las peticiones de informe emitidas por los concejales de SOL.bo, el partido de Revilla, gozan de puntualidad, pero observó que los legisladores de esa tienda política fiscalizan sólo “lo que le conviene al Alcalde”.
Otra de las chicanas es no reconocer a las organizaciones sociales que son críticas a la gestión de Revilla.
El presidente de la Fejuve paceña, Jesús Vera, cuestionó que el partido del burgomaestre paceño haya conformado una entidad vecinal dirigida por gente afín a sus intereses.
“Ese sector sólo dice lo que el Alcalde quiere escuchar, no representa los verdaderos problemas vecinales, sus demandas de obras y las observaciones”, indicó.
El alcalde Revilla negó que su gestión no dé lugar a la fiscalización porque esos procesos de seguimiento y vigilancia son saludables, y admitió que la mayor cantidad de peticiones de informe que recibe son de concejales de SOL.bo.
No respondió por qué existen solicitudes de información enviadas por el concejal Jorge Silva hace dos años y hasta ahora no respondidas sobre cuánto genera el servicio de buses PumaKatari.