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Medio: El Deber
Fecha de la publicación: jueves 23 de abril de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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La presidenta Jeanine Áñez lleva 17 días sin responderle a la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), que el lunes 6 de abril le hizo una llegar una carta en la que le advierte de un inminente colapso financiero de los medios impresos del país
La ANP es la organización que agrupa a prácticamente todos los diarios del país y que en conjunto dan empleo de manera directa a más de mil profesionales y trabajadores de la comunicación y la industria gráfica, sin contar a los trabajadores indirectos como las organizaciones de voceadores y sus familias, que viven de la venta de los periódicos.
Si por alguna razón en particular llama la atención el silencio de la presidenta es porque creímos que el gesto soberbio y discriminatorio hacia los medios de comunicación independientes era un patrimonio exclusivo de Evo Morales en sus 14 años de poder, pero a juzgar por las señales de este gobierno hacia lo medios impresos en estos meses, da la sensación de que en realidad esa conducta es una condición intrínseca de quien ejerce el poder, sin distinguir si es de izquierda o derecha.
Los periódicos son el registro de la historia que corre por las venas de la democracia. Sus luchas por ser el contrapeso del poder cuando éste tiende a la tiranía, así como su rol en la defensa de los derechos ciudadanos, los hacen no solo aliados sino custodios incondicionales del sistema democrático.