Medio: La Patria
Fecha de la publicación: martes 21 de abril de 2020
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Pese al índice minoritario de fallecidos en Oruro y La Paz, el problema de controlar la propagación del virus en la población boliviana ha sido el mayor problema por la irresponsabilidad de la sociedad que no tomó la conciencia de la enfermedad, y el problema se agrava más aún por la cuestión técnica e instrumental de la dotación de bioseguridad al personal encargado de hacer cumplir la disposición sanitaria de la cuarentena.
Desde los primeros reportes del contagio, y las primeras movilizaciones de la emergencia sanitaria; las limitaciones para controlar esta pandemia universal propagada desde el continente asiático, en nuestro medio siempre han sido la parte de infraestructura y el equipamiento de los hospitales, y ni hablar de la preparación del personal de salud, policías y Fuerzas Armadas para emprender esta
contingencia sanitaria.
Los galenos se han quejado por el equipamiento y la infraestructura para aislar a los enfermos, las enfermeras y personal de salud por la dotación del equipo de bioseguridad en especial en las áreas rurales, los médicos y enfermeras se han quejado por la carencia de barbijos y los líquidos desinfectantes esto por la negligencia y poco interés de los Gobiernos Municipales (Alcaldes y Concejales) los Asambleístas, Diputados y Senadores no tomaron la debida importancia en salud; los médicos, enfermeras tienen que brindar atención las 24 horas, los policías hacen el patrullaje para hacer cumplir la cuarentena las 24 horas sin descanso alguno; y la situación es más crítica con los soldados de las FF.AA. en especial del área rural que están en las calles sufriendo de frío y calor, a más de un simple barbijo de tela, cada soldado tiene que buscarse su propia protección de bioseguridad, no tienen otra indumentaria más para evitar el contagio del mortal virus, esa fuere la razón del porqué se infectaron varios soldados, policías, médicos, enfermeras y personal de salud en Montero y otros lugares del país, no tenían la indumentaria sanitaria adecuada para este tipo de contingencias.
Los "bonos solidarios" otorgados por el actual gobierno de Estado para las familias bolivianas con niños escolares y a ciudadanos que no sean asalariados de alguna empresa; es una buena medida paliativa para todas aquellas personas que tienen trabajos eventuales y no perciben salario de ninguna empresa, y con el control de la cuarentena sanitaria se habían quedado sin fuentes de ingreso. Esto, el conjunto mayor de la población boliviana ya había venido reclamando en los diferentes medios de comunicación, donde hacían el reclamo airado de la urgente necesidad de salir a las calles a realizar trabajos y costear los gastos diarios de manutención de sus familias y que no tenían niños escolares con los cuales poder cobrar algún bono solidario del gobierno.
Según el Decreto de la Presidente Áñez, se cobraría 500 bs desde el 30 de abril a partir de los 18 años en adelante; no estoy de acuerdo con esta medida en mi modesto entender, pues debería serlo a partir de los 18 o 30 años de edad para adelante, estas son las edades promedio con familias reducidas con inestabilidad laboral, y tampoco debería ser de 500 bs sino de 1.000 bs que sería un salario básico en Bolivia. Como se podrá percibir, estas medidas paliativas de los bonos requieren algunos ajustes para que realmente llegue a las poblaciones más necesitadas.
Hablando de "los bonos", referidos específicamente a los uniformados, soldados de las FF.AA. y la Policía Boliviana que se encuentra en las calles para controlar y hacer cumplir la cuarentena de las personas irresponsables, se ha podido observar en los medios de prensa, las condiciones vulnerables de contagio que se encuentran en las calles de las ciudades y en las fronteras del territorio boliviano.
A estos "soldados" que están haciendo el servicio a la Patria, debería dárseles una especial atención con la dotación de todos los equipos e insumos sanitarios para que puedan hacer frente ante cualquier eventualidad de la pandemia, y pienso que a este sector de los uniformados también debería entregársele algún bono de sanidad y seguridad, tanto para él y como también para con sus familias en caso de que contrajesen la infección del virus; pues este bono sería como una especie de seguro para con el uniformado que está controlando en las calles y afueras y está propenso a
tener algún contagio.
Lo mismo para los médicos, enfermeras y la Policía, del mismo modo, este bono llegaría a constituirse como un incentivo a la labor que está desempeñando en bien de la salud de la ciudadanía boliviana; sería un premio por su lucha salubre para evitar la propagación del virus.
A esto se añadiría posteriores campañas de concientización ambiental y sanidad del control de la basura; estas y otras más, serían tareas pendientes para los miembros de las FF.AA. para con la ciudadanía boliviana.