La posibilidad de que la zona de Chapare quede ‘encapsulada’, con restricción total para al ingreso y la salida de las personas de esa zona del país, es una acción que el Gobierno tiene dentro de la lista de probabilidades que se pueden ejecutar en el Trópico de Cochabamba, donde el jueves 16 de abril 85 policías fueron expulsados de forma violenta del municipio de Shinahota.
«Si ellos no quieren, no les importa, nosotros vamos a ‘encapsular’ el Chapare como lo tenemos ahora, nadie sale, ni nadie entra. No quieren que se cobren bonos, no se cobrarán. No vamos a ir a la confrontación. Es hora de que la gente se dé cuenta del daño que hacen esos dirigentes, lo criminales que son esos dirigentes», enfatizó este domingo al final de una conferencia de prensa en Cochabamba el ministro de Gobierno, Arturo Murillo.
La autoridad gubernamental había pedido que los dirigentes cocaleros, a quienes acusa de ser los instigadores de lo ocurrido con los policías en Shinahota, le pidan disculpas a la población en general y de manera particular a la Policía boliviana, institución de la que dijo está realizando un buen trabajo en la lucha contra el coronavirus. «Una vez haya eso (las disculpas) nosotros no tenemos ningún problema en retornar a cuidar los bancos», apuntó Murillo.
El ministro además aseveró que hay suficientes policías y militares para hacer efectivo el encapsulamiento de Chapare, ya que actualmente, tanto el ingreso como la salida de la zona, cuentan con presencia de uniformados. Además, refirió que en los ríos que unen la zona con otras regiones como Beni, ya se han registrado enfrentamiento entre los comunarios del lugar que impiden el cruce de los chapareños hacia territorio beniano, ya que se han descubierto casos positivos del Covid-19.
Con respecto al repliegue de los 85 policías expulsados de Shinahota, que están el cuartel de la Novena División del Ejército, el ministro fue enfático al señalar que los policías no serán replegados y que se quedarán, por el momento, en el mismo puesto militar que los cobijó.
Los dirigentes de la zona Andrónico Rodríguez y Leonardo Loza, han descartado haber organizado y provocado lo ocurrido en Shinahota, aunque también dijeron que fue una acción equivocada del Gobierno haber ingresado a la zona sin haber coordinado con ellos y justificaron la violencia de los cocaleros y pobladores del lugar, indicando que aún duelen las muertes ocurridas el año pasado en la zona de Sacaba y Huayllani.
«A ellos no les importa que por esta acción no tenga seguridad en los bancos y se corte la entrega de los bonos. A ellos nos les afecta y me pregunto qué pensarán los más pobres… por la irresponsabilidad de los dirigentes del MAS, no tienen bancos ahora», puntualizó Murillo y aseveró que los dirigentes cocaleros viven del narcotráfico y del tráfico de tierras.
«Piden a gritos que militaricemos el Chapare, pero no lo vamos a hacer», finalizó la autoridad, advirtiendo que si el Estado tomó el control de la zona por la fuerza los mismos dirigentes generarán muertos para culparlos.