El ministro de Gobierno, Arturo Murillo, condenó este viernes los hechos violentos ocurridos anoche en el trópico de Cochabamba y afirmó que pese a la expulsión de las fuerzas de seguridad, se restaurará el patrullaje conjunto de la Policía Nacional y las Fuerzas Armadas en la región.

"No les importa que puedan contagiarse con el coronavirus y están poniendo en riesgo a toda la población", afirmó Murillo, en rueda de prensa. "Vamos a tomar las acciones legales necesarias contra esos delincuentes, porque estos no son políticos, no son ciudadanos de bien, son delincuentes", sostuvo. 

A su vez, el ministro detalló que los policías agredidos se encuentran “bien” y "seguros" en este momento y adelantó que el comandante nacional de la policía “se está querellando”. Una iniciativa que tiene previsto seguir el Ministerio de Gobierno. 

"Todos estos dirigentes que han venido alertando durante varios días por radio, en conferencias de prensa, a que se maltrate a la policía, serán denunciados, serán investigados y seguramente serán procesados por la justicia", insistió Murillo. 

Por su parte, el ministro de Defensa, Fernando López, afirmó que las Fuerzas Armadas están "indignadas por la humillación" que sufrieron los policías y recalcó que "no se les va a dar el gusto a la violencia" .

"Nosotros somos de la cultura de la paz y el diálogo y hoy más que nunca, con la pandemia del coronavirus, estamos a la defensa absoluta de la vida de cualquier boliviano", destacó López. "Ante esta actitud beligerante y malintencionada, la única respuesta que van a tener es que sigamos preocupándonos por la salud de los bolivianos, seguir patrullando como lo hemos hecho en todo Bolivia".

En la noche de este jueves pobladores del municipio de Shinahota, en el trópico de Cochabamba, rompieron la cuarentena para agredir verbalmente y expulsar a los policías que fueron desplegados desde el miércoles en esa región para hacer cumplir el aislamiento por el coronavirus. 

El ministro de la presidencia, Yerko Núñez, afirmó el jueves que este tipo de movilizaciones tienen claros intereses políticos. “Imaginense a dónde hemos llegado de que haya ciudadanos sacando a la ley que tiene que preservar el orden público”, apuntó.  “Son móviles totalmente políticos que tratan de desestabilizar al gobierno de la presidente Jeanine Añez”. 

Tanto el alcalde de Villa Tunari, Asterio Romero, como el dirigente cocalero Omar Claros insistieron ayer en que la Policía no coordinó su llegada con las autoridades del lugar y que incumplieron los protocolos de bioseguridad, y que por eso fueron expulsados de la región.  

“Sin coordinación han ingresado. Por esa razón, bajo un análisis, las bases han dado 24 horas para que abandonen el trópico de Cochabamba. Los policías no han respetado las recomendaciones de salud a nivel mundial”, afirmó Claros, en una entrevista con la radio Kawsachun Coca.