Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 16 de abril de 2020
Categoría: Conflictos sociales
Subcategoría: Problemas de gobernabilidad
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Página Siete Digital / La Paz
“Las fronteras de Bolivia deben abrirse para bolivianos que retornan a sus comunidades de origen, cuarteles e instalaciones deportivas pueden albergar períodos de cuarentena temporal”, pidió el expresidente a través de su red social en Twitter, acompañando su mensaje con un comunicado del organismo internacional.
Horas antes la Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet hizo un llamado para permitir el retorno de las personas varadas en la frontera entre Bolivia y Chile, y que en días pasados tuvieron que ser trasladados a la localidad chilena de Iquique, ante la negativa inicial del Gobierno.
“Cuando los migrantes desean regresar voluntariamente a sus hogares, los gobiernos tienen la obligación de recibirlos y de velar por que tengan acceso a la atención sanitaria y a otros derechos”, declaró Bachelet. “Si los gobiernos no lo hacen, colocan a los migrantes en situaciones de extrema vulnerabilidad, en particular durante la actual pandemia del Covid-19. En términos generales, son los migrantes más pobres que tratan de volver a casa a través de las fronteras terrestres tras haber sido privados de sus ingresos a causa de las medidas de confinamiento, quienes se ven impedidos de regresar”.
Aseguró que en el marco del derecho internacional, “toda persona tiene derecho a regresar a su país de origen, incluso durante una pandemia”.
“Los gobiernos deberían incluir a todos los migrantes, cualquiera que sea su estatus migratorio, en los planes de prevención, respuesta y recuperación del COVID-19 y deberían velar por que dispongan de acceso equitativo a la información, a los tests, a los cuidados sanitarios y a la protección social”, sostuvo la Alta Comisionada.
Bachelet elogió la cooperación y las medidas adoptadas por Chile y Bolivia para solucionar el impasse en el que se encontraba el regreso de los ciudadanos bolivianos, que comenzó cuando la pandemia afectó a sus medios de subsistencia en Chile y Bolivia cerró sus fronteras el 26 de marzo, dijo de acuerdo a una nota de la ONU.
Develó que unos 1.300 bolivianos -incluyendo ancianos, niños y mujeres embarazadas- quedaron varados en el lado chileno de la frontera, donde cientos de ellos tuvieron que dormir a la intemperie, con poca agua y comida, y con temperaturas inferiores a cero grados centígrados.
Al respecto indicó que “eso no tenía por qué haber ocurrido”. “Esta situación demuestra la importancia de que los países puedan prever estos problemas o los solucionen rápidamente, a fin de evitar sufrimientos innecesarios”.
Los días 12 y 13 de abril, las autoridades chilenas transportaron a unos 800 migrantes bolivianos desde Colchane hasta Iquique, donde los instalaron en escuelas y les proporcionaron acceso a cuidados sanitarios y otros servicios básicos. El 13 de abril, otro grupo de unos 200 bolivianos llegó al lugar.
El Gobierno de Bolivia, anunció que a finales de la semana alrededor de la mitad de esos migrantes serían trasladados de Iquique a Pisiga, al campamento instalado en el lado boliviano de la frontera.
“Me aflige ver que la pandemia de la Covid-19 está causando estigmatización y discriminación, tanto entre Estados como dentro de ellos, en muchas regiones del mundo”, afirmó Bachelet.
Agregó que las personas que han contraído la enfermedad necesitan que les presten atención médica, “no que las conviertan en víctimas del odio y el rechazo”.
“Todos los países, tanto los de origen como los de destino, tienen la obligación de respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de los migrantes. Los migrantes que regresan a su país de origen deben ser incluidos en las estrategias de respuesta nacional, de protección social y de recuperación, sin discriminación alguna, y deben estar protegidos de la estigmatización y la marginación, lo mismo en la esfera pública que en la privada”, dijo.