Medio: El Diario
Fecha de la publicación: miércoles 15 de abril de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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La cuarentena encierra en las cuatro paredes no sólo la oferta y el discurso del candidato, sino que impide la circulación de la imagen de los postulantes. En mejores términos, la imagen de los políticos está guardada en el sótano.
La cuarentena debería ser aprovechada por los dirigentes de partidos, movimientos y alianzas, para mejorar programas de gobierno y educar a sus bases en las propuestas dirigidas a conquistar el voto.
Elocuente motivo que debería impulsar a los candidatos a mayor creatividad, trocando esta deficiencia obligada, en una apertura novedosa. Un reto para asesores y especialistas en marketing político.
La actual situación es bienvenida en todas las clases sociales, pues hoy la población está enfrascada en salir de esta pandemia de vida o muerte, antes que ocuparse de menesteres menos urgentes.
La cuarentena borró del mapa, se acostumbra a decir, candidatos, siglas, discursos, viajes y presencia física de liderazgos, pero, en cambio, abrió un espectacular escenario para la presidenta Jeanine Áñez, cuya imagen y discurso es prácticamente el único que vemos y escuchamos en todo el país.
La tendencia, por lo tanto, es que para cuando la cuarentena concluya, los candidatos políticos inicien sus campañas y tal vez, varios de ellos ya estén olvidados, como parte de lo pasado.
Jeanine Áñez es una excelente candidata y desde la segunda semana de noviembre 2019 a la fecha, está demostrando eficiencia, rapidez y soluciones a los problemas de carácter nacional e internacional.
La cuarentena aísla a la clase política y abre nuevos horizontes para Jeanine Áñez, cuya candidatura cuando se aleje el corona virus será la más fuerte y con excepcionales opciones de triunfo.