Medio: El Deber
Fecha de la publicación: jueves 12 de marzo de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
Dirección Web: Visitar Sitio Web
Lead
Contenido
Le había dado al país una bifurcación: “Bolivia tiene ante sí una decisión importante que tomar, o seguimos por el camino de la reconciliación, la paz y la tranquilidad que comenzamos a construir en octubre pasado, o regresamos al callejón del odio, la división, la persecución y el autoritarismo; yo estoy clara cuál es el camino que hay que seguir”, dijo.
Consultado sobre si esto era un intento de polarizar la elección, Manuel Saavedra, jefe de campaña de Juntos en Santa Cruz, dijo que no es polarización, sino lo que hay en este momento: “O avanzamos o volveremos al pasado. El pasado es el MAS, el futuro con nosotros”.
Saavedra dice que el MAS tiene una estrategia de desestabilización, que no le gustan las buenas noticias sobre la economía ni que la gente se sienta segura, que esta receta se puso en marcha con la censura a Fernando López, ministro de Defensa, y su intención era que ningún ministro quede sin ser censurado. “La presidenta va a mantener una posición firme de no dejarse chantajear y ellos ya vieron que su estrategia no funciona”, dijo Saavedra.
Al otro lado
Sin embargo, a Juntos no le será fácil encontrar con quién polarizar en el MAS, salvo que quiera mantener una guerra en Twitter con Evo Morales. El masismo en el país está dividido entre los que están en campaña -silenciosa y acotada a zonas rurales y la periferia de las ciudades, sin apenas contacto con los medios en un silencio autoinducido-, y por otro lado está el masismo institucional, el de los dos tercios de la Asamblea, que se mete poco y nada en la campaña.
Omar Aguilar, vicepresidente de la Asamblea, explica que no les queda mucho tiempo para la campaña, que ya se sumarán los fines de semana, aunque con esto del coronavirus lo más probable es que la campaña sea solo a través de redes sociales.
Eso sí, asegura que los asambleístas del MAS no están haciendo ningún cálculo por la censura de López, que lo único que hicieron es cumplir la Constitución, el artículo 148. Eso sí, critica a Áñez.
Le dice que al ratificar al ministro, está gobernando con la anterior Carta Magna, que sí lo permitía y lo indicaba de forma expresa. En su opinión suprimir esta posibilidad, la nueva Constitución no lo permite. “Por más que lo haya restituido, para nosotros, López es un ministro nulo”, dijo Aguilar, que pidió a los juristas de la Asamblea ver la posibilidad de enjuiciar a la presidenta por este hecho.
El senador no cree que la disputa de Juntos sea con el MAS, sino con Comunidad Ciudadana, de Carlos Mesa, para ver quién es segundo. Eso sí, cree que Áñez es la mejor jefa de campaña de su partido, “porque los que criticaban al MAS se han dado cuenta de que su remedio es peor que la enfermedad, que hay nepotismo, que en las reparticiones públicas se repite mucho el apellido Áñez y que se está campeando la corrupción”, atacó.
Eso sí, Juntos también ha contraatacado por dos flancos: el anuncio del senador Óscar Ortiz de pedir auditoría a los contratos de Obras Públicas y YPFB y la amenaza de cambiar la Ley de la Coca para lacar la producción chapareña de su cobertura legal.
Para Darío Monasterio, candidato a segundo senador de Santa Cruz por Comunidad Ciudadana más que polarización lo que hay son dos partidos que tratan de beneficiarse mutuamente con dos hechos que rayan en la inconstitucionalidad: censurar a un ministro sin haberlo escuchado y mantenerlo en el cargo luego de aceptar la censura. “Les ampliaron su mandato solo para administrar las elecciones”, recuerda el economista.