Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 16 de noviembre de 2017
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones judiciales
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Tengo todo el derecho a pensarlo, hacerlo y decirlo: voy a votar nulo en las pseudo elecciones judiciales del próximo domingo 3 de diciembre.
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#VerdadesSinFiltro
Yo votaré nulo
jueves, 16 de noviembre de 2017
Tengo todo el derecho a pensarlo, hacerlo y decirlo: voy a votar
nulo en las pseudo elecciones judiciales del próximo domingo 3 de
diciembre.
Voy a votar nulo y lo digo públicamente. Primero que nada porque la
ley me faculta a hacerlo; y la ley funciona así estimados señores del
Órgano Electoral Plurinacional; la ley nos marca obligaciones, pero
también nos otorga derechos.
Si por mí fuera, no iría a votar el 3 de diciembre, pero como la
ley me obliga a votar, iré y haré uso de mis derechos y prerrogativas
votando nulo. Esa será mi manera de expresar mi rechazo a este proceso
electoral.
Así lo dice en claro español la Ley 026 del Régimen Electoral en su
artículo 161, donde establece claramente los tipos de voto: válido,
blanco y nulo. Cada uno de estos tipos de voto expresa cosas distintas,
sino, no estarían reconocidos y debidamente diferenciados, ¿no ve?
Anuncio públicamente mi voto nulo, porque además no soy candidato,
ni estoy haciendo campaña a favor ni en contra de ninguno de los
candidatos, sino que así estoy expresando mi protesta contra unas
elecciones que, a mi juicio, son una tremenda mamada.
Así que, señores del Órgano Electoral, dejen de amenazarnos con
posibles sanciones, porque con eso lo único que están consiguiendo es
que desconfiemos otra vez de ustedes y que pensemos que la información
incompleta que están difundiendo, y el clima de incertidumbre legal que
están sembrando, es para evitar el voto nulo y proteger los intereses
políticos del Gobierno. Mejor hagan su trabajo sin levantar más
sospechas, que el horno no está para bollos.
¿Por qué creo que estas pseudo elecciones son una mamada? Por la
sencilla razón de que me están convocando para utilizar mi voto y así
legitimar a unos señores que ya han sido elegidos por la bancada del MAS
en el Parlamento.
Votando por cualquiera de ellos no voy a elegir realmente a nadie,
porque todos han sido impuestos previamente. No hay entonces candidatos
buenos ni malos. Para decirlo sin mucha vuelta: no tengo opción a elegir
porque el Gobierno ya los ha elegido.
Los eligieron porque en su gran mayoría son exempleados del
Gobierno. Se trata de gente que les debe políticamente; gente que por
sus méritos profesionales probablemente nunca hubieran llegado a ser
considerados para tan altas responsabilidades y que han sido elegidos, y
colocados allí para dos cosas.
La primera, para poner la justicia al servicio de la permanencia de
Evo Morales en el poder. Tal como están haciendo los magistrados
salientes, los amarrahuatos entrantes harán lo que les ordenen que hagan
para garantizar le reelección indefinida de su empleador.
La segunda, para garantizarle a Morales y a su séquito inmunidad
judicial ilimitada en el futuro. Los muchachos de azul han usado sus
últimos vestigios de cordura para darse cuenta de que el descuido (y el
descaro) con el que han cometido la kilométrica lista de actos de
corrupción les va a traer serios problemas con la ley. Por eso necesitan
jueces dispuestos a exonerarlos una y mil veces.
Lo último en el mundo que les interesa es la calidad de la
justicia. No lo digo por mala leche o por meter calda, sino porque tengo
medio dedo de frente para constatar que esta misma farsa ocurrió hace
seis años y el resultado visible, y evidente es que la justicia está
peor. Seamos francos, el sistema judicial siempre fue un desastre, pero
estos señores han encontrado la manera de empeorarla.
No tengo, entonces, la menor intención de convertirme en cómplice
de esta maniobra política y es por eso que ejerceré democráticamente mi
derecho a la protesta votando nulo.
Lo que no he decidido todavía es qué pondré en la papeleta, pero esta historia continuará la próxima semana.
Ilya Fortún es comunicador social.