Medio: Oxígeno Digital
Fecha de la publicación: lunes 30 de abril de 2018
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Democracia paritaria
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Mujeres en la política: lo real frente al discurso
Dos siglos y medio son los que necesitamos para alcanzar la igualdad representativa de las mujeres en política a nivel global, basados en el ritmo actual de crecimiento que es solo del 0.1% por año. Esas fueron las palabras de Gabriela Cuevas, presidenta de la Unión Interparlamentaria (UIP), en la primera jornada de la 12ª. Cumbre de Mujeres Presidentas Parlamentarias que se realizó el 25 y 26 de abril en San Benito, Cochabamba.
De un número total de 40.000 legisladores a nivel mundial, el 80% son hombres. Sin embargo, Bolivia es uno de los tres países, junto con Ruanda y Cuba, donde la participación de mujeres en los parlamentos supera el 50%. El presidente Evo Morales abrió la Cumbre planteando que el cambio de la Constitución Política del Estado en 2009, fue fundamental para abrir el camino de la paridad en el país. Morales afirmó también que de 1985 a 2005 Bolivia tuvo apenas 7 senadoras, 67 diputadas y 23 ministras; mientras que en sus 12 años de gestión las cifras cambiaron a 44 senadoras, 57 ministras y un total de más del 50% de asambleístas mujeres.
Son estas cifras las que le valieron a Bolivia un premio en 2013 por liderar el cierre de la brecha de género en Sudamérica, otorgado por el Foro Mundial de las Mujeres Parlamentarias y que ahora nos hicieron anfitriones de esta Cumbre que durante dos jornadas recibió a parlamentarias de 43 países que debatieron sobre tres ejes principales: la participación paritaria, la violencia, el acoso a las mujeres en la política y las posibles soluciones a ambas.
Este evento se lleva a cabo en un contexto en el que conocemos el altísimo precio que las mujeres pagan por estar en espacios de la política. En Bolivia, el reciente caso de corrupción del alcalde Leyes, denunciado por la concejala Rocío Molina, le ha significado insultos y amenazas. En Brasil, fuimos testigos del asesinato de Marielle Franco, la única concejala negra del municipio de Río de Janeiro y la quinta más votada. A diferencia del 2014, cuando hubo un pico particular en América Latina, hoy no tenemos ninguna primera mandataria. Acoso, violencia, asesinato, censura y control también se traducen en deserción.
Considerando que la participación de las mujeres en la política es uno de los ejes claves de la democracia (¿o debemos decir de la nueva democracia?), la paridad se debe traducir directamente en avances sobre los derechos humanos de las mujeres. En Bolivia, ¿el discurso coincide con la realidad?, o nos tenemos que enfrentar a más casos como el de la Ministra Gísela López que en 2017 inició un proceso penal contra dos periodistas que denunciaron haber sido víctimas de acoso sexual por parte de Carlos López, directivo del canal Estatal Bolivia TV.
La Cumbre culminó con la elaboración de un documento que plantea compromisos en pro de mejorar sustancialmente ese 0.1%; porque lo cierto es que todos debemos estar de acuerdo en que doscientos cincuenta años más para llegar a la paridad, son inadmisibles.