Medio: El Deber
Fecha de la publicación: domingo 29 de abril de 2018
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Contenido
El nombre de Manuel Campo Vidal resuena por su capacidad de negociación.
Yo nací en una frontera cultural y administrativa -entre Aragón y Cataluña-, soy aragonés de habla catalana y eso ayuda la negociación, ponerse de acuerdo y encontrar caminos. Esa resonancia es atractiva y al margen de cualquier cosa en un enorme honor, yo agradezco la confianza puesta en mí -dirigiendo debates presidenciales y como periodista-y sé que no puedo defraudarla. El capital de un periodista no es el dinero, es la credibilidad, ese es el capital.
Aquí en Bolivia hace como 15 años que los candidatos presidenciales que aparecen primeros en las encuestas no se sientan a debatir, ¿qué lectura tiene esto para usted?
Esa es mala noticia. El debate es un derecho democrático. Tenemos derecho a votar, pero también tenemos derecho de tratar de comprobar cómo se comportan (los políticos) en una situación de crisis, es decir, frente a frente. Un debate es una situación de crisis porque uno pone en compromiso a otro, por las interpelaciones. Un debate es una selección de personal y donde se contrata uno o a otro -el moderador- para que dirija el país durante un momento. Yo desearía y ojalá sea así que en las próximas elecciones presidenciales en Bolivia se recuperen los debates electorales.
¿Qué debemos hacer los periodistas para recuperar esos espacios de debate?
En Italia organizaron unas reuniones interesantes. Por ejemplo, yo participé en una donde un canal de televisión estableció una reunión pública con personas que habían dirigido debates y eso crea el clima para que los haya. No ir a un debate tiene un coste político, pero si se da el clima la situación es más clara.
A usted lo escogieron como el conductor de varios debates presidenciales, ¿cuántos lleva y cuál es su valoración?
Llevo todos. Es complicado. La televisión da mucho miedo a los políticos porque ahí no se controla la comunicación no verbal y negociar las condiciones del debate es complicado, es una técnica de negociación difícil.
¿El moderador recibe críticas?
El moderador sabe que va a recibir muchas críticas y que debe tomarse aquello como un ejercicio con una parte de prestigio, ya que los candidatos te dan su voto de confianza y saben que se mantiene la neutralidad. Los colegas también critican y hay que saber llevar adelante momentos de tensión.
¿Cuál ha sido el debate más difícil para Manuel?
El primero entre Felipe González y José María Aznar. Fue la primera vez que se hacía en España. Había mucha desconfianza entre ellos y se llevaban mal. Tardé años en verlo de la tensión que me producía, esa misma tensión llega al entorno de sus candidatos, los hombres que los acompañan, la tensión se dispara.
Usted también es especialista en temas digitales, ¿cómo está cambiando el mundo del internet para usted?
Hay que aprender a convivir entre medios de comunicación. Yo estoy en Twitter para escuchar, la escucha es fundamental para conocer qué es lo que pasa en el mundo. Hoy en día la guerra no va de misiles; va de tuits, de tecnología y de reordenar el mundo y ahí tenemos la suerte de tener un asiento privilegiado para verlo.
Perfil
Distintas facetas
Manuel Campo Vidal es un periodista y presentador español de televisión, fue directivo en medios de comunicación en su país. Además es sociólogo e ingeniero técnico industrial. Preside, desde 2006, la Academia de las Ciencias y las Artes de Televisión de España, al igual que la escuela de Negocios Next Internacional.