Medio: El País
Fecha de la publicación: martes 03 de marzo de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Ayer, por ejemplo, volvió el tema BoA a primera plana con una conferencia más o menos meditada de su gerente general, Juan Carlos Ossio, para denunciar una suerte de complot desde dentro y al mismo tiempo hablar de pérdidas de 50 millones de dólares en los últimos cuatro años.
Así suelto, parece un informe de resultados casual, pero unido a la modificación de rutas en el eje, a las denuncias del “acomodo” de varios altos cargos de aeronáuticas privadas en puestos clave de la estructura pública (Aasana y DGAC), a otros cuestionamientos y al incesante rumor de la privatización de las empresas del Estado, lo de una ampliación de capital para conformar una empresa mixta no parece ya una paranoia de los exfuncionarios del MAS. Lo de las notitas en la Agencia Boliviana de Información (ABI) celebrando que la competencia retorna a Cobija y Tarija resultó anecdótico justo en esa jornada.
El Gobierno ha desplegado ya algunas medidas que, en la transitoriedad que supone, van encuadrando una política económica propia, con sus propias connotaciones. Es cierto que se ha comprometido a mantener los bonos y a no devaluar, y también se siente cómodo con medidas como la emisión de bonos del Estado, para los que en este año hay autorización de 1.500 millones de dólares – que vendrán a sumar a la deuda externa tan cuestionada en la campaña de 2019 – y para lo que se ha contratado una consultora de intermediación por otros tres millones de dólares según desveló El Deber el domingo.
Las dos medidas más polémicas, por el momento, son la liberalización de la exportación de productos agrícolas – algo que ya ha impactado en el precio del pollo, por ejemplo, según denuncian los propios productores avícolas -, y un ajuste de horas de educación pública para cuadrar horas de los maestros y atacar el déficit.
Hay más anuncios que le han causado algunos problemas a la Presidenta candidata, como por ejemplo aquello de “devolver Elfec a los cochabambinos”, cuya figura jurídica no existe como tal, o la promesa del 10 por ciento de salud en el Presupuesto General del Estado, que al final ha tenido que acomodarse a las cuentas de casi siempre.
Lo cierto es que como auguraba Tuto Quiroga, la gestión entra en la fase sustancial, la OCDE, la Cepal y el FMI hacen previsiones de crecimiento a la baja, el barril de petróleo está en mínimos y las urgencias empiezan a acumulares.
¿Quién manda en el MAS?
Al margen de los focos, el Movimiento Al Socialismo (MAS) sigue librando su propia batalla interna. El domingo se justificaba el no viaje de Jeanine Áñez a Uruguay para no dejarle unas horas el mando a Eva Copa, aunque visto lo visto, el riesgo no parece tan grande.
Convocatoria
El jefe de bancada del MAS en la ALP cuestionó a dirigentes del ex Gobierno que hicieron que se fueran algunos de los fundadores
Ayer levantó polvareda el jefe de bancada en la Asamblea Plurinacional, Efraín Chambi, que utilizó el estrado para hablar de asuntos partidarios, invitando a los “disidentes” del MAS a retornar al partido. Una suerte de volver a empezar citando nombres particulares: Felipe Quispe, conocido como el “Mallku”, la exdiputada Rebeca Delgado, el exsenador Román Loayza, además de los exdirigentes campesinos Damián Condori, Édgar Sánchez y Luis Alfaro.
Todos ellos están invitados a una reunión que evidentemente no cuenta con el apoyo de la plana mayor del ex gobierno, pero que Chambi ha justificado aritméticamente. “La historia nos obliga a poder unirnos, porque se trata de nuestra identidad, sobre todo una lucha de nuestra clase. Todos los indígenas, organizaciones del país y los migrantes del campo a la ciudad estamos obligados a unirnos”, resaltó.
Por el momento, la fecha es flexible, la iniciativa díscola y las posibilidades de éxito, escasas. Felipe Quispe, el más emblemático de los citados, ya ha rechazado públicamente la posibilidad de asistir, mientras que Rebeca Delgado – la más activa en redes sociales – ha optado por el silencio hasta el cierre de esta edición. Algo parecido a lo de Luis Alfaro, que no quiso responder a las llamadas, aunque cuando se separó del MAS, luego de la campaña de 2014, dijo bastante claramente que no había camino de retorno. Eso sí, en política, todo está por ver.
Del debate fallido a la salsa del FPV
La Red Uno había anunciado, pero poco, un debate de Vicepresidentes para el domingo por la noche, pero al final se convirtió en una entrevista a Marco Pumari y Luis Fernando Camacho. Los otros invitados: Gustavo Pedraza (CC), Samuel Doria Medina (Juntos) y David Choquehuanca (MAS), no asistieron. Los dos primeros explicaron que se cambiaron las normas y que hay muchas peticiones… La cuestión es que lo de debatir está costando.
Mientras, en la acera del FPV, se presentan nuevos candidatos al margen de Chi Hyun Chung. El coreano exige cumplir el contrato “de alquiler”, que lo lleva a él como candidato y que sigue contando con un amplio respaldo. El FPV parece no estar dispuesto a ello y presenta a Jaime Soliz y Salvador Pinto. La cuestión es ¿Quién habrá logrado sacar a Chi de la carrera?