Medio: Ahora el Pueblo
Fecha de la publicación: sábado 29 de febrero de 2020
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Democracia representativa
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Eliana Uchani Alaca - Edición impresa
La Organización de Estados Americanos (OEA) ratificó el informe de la auditoría que hizo a las elecciones generales del 20 de octubre de 2019, en el que reveló la “manipulación dolosa” de los resultados de ese proceso en dos aspectos fundamentales que son descritos en el documento preliminar que presentó el 10 de noviembre.
El documento está firmado por el jefe de gabinete del Secretario General de la OEA, Gonzalo Koncke, quien cuestionó el artículo y señaló que no tiene un fundamento en los hechos, además de que no es científico.
“El mencionado artículo contiene múltiples falsedades, inexactitudes y omisiones. Distorsiona deliberadamente el informe final de la auditoría de las elecciones en Bolivia, ignora los principales hallazgos que demuestran que hubo manipulación intencional en dos áreas”, señala el comunicado del organismo internacional.
Los investigadores John Curiel y Jack R. Williams, del Laboratorio de Ciencia y Datos Electorales del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts), realizaron el estudio por encargo del Centro de Investigación Económica y Política (CEPR), y concluyeron que “no hay ninguna evidencia estadística de fraude” en las elecciones presidenciales.
Alteraciones
Sin embargo, el informe de los investigadores no tomó en cuenta los siguientes elementos. Primero: la auditoría de la OEA detectó que las actas electorales fueron cambiadas por otros documentos y se falsificaron las firmas de los jurados de las mesas de sufragio.
Un segundo aspecto, el informe establece que las acciones deliberadas “buscaron manipular el resultado de la elección”, lo cual figura en el corte de la Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP). La intervención de dos servidores ajenos (BO1 y BO20) en la infraestructura tecnológica y la configuración, a pedido de vocales y de un “asesor externo”, que estaba conectada a la red Amazon, ajena al TREP y cómputo, a través de una máquina Linux AMI virtual.
Todos esos datos estaban en el informe preliminar de la OEA, publicado el 10 de noviembre a las 07.00. Horas después, el expresidente Evo Morales, desde el Chapare, en Cochabamba, convocó a nuevos comicios y con otras autoridades del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Incluso, en una entrevista del 15 de noviembre con el diario mexicano El Universal, Morales reveló que conocía los resultados de ese informe antes de que la organización lo publicara y trató de contactarse con el Secretario General de la OEA para frenar la difusión.
El Ministerio de Justicia emitió un comunicado y señaló que el estudio de los investigadores es tendencioso, improvisado y está viciado.
Además, recordó que el régimen de Evo Morales vulneró la Constitución Política del Estado para eternizarse en el poder.
Intenciones
Al respecto, el analista político Carlos Börth manifestó que ese informe es parte de la campaña del binomio del Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce y David Choquehuanca, con el afán de influir en la población de que ese partido ganó las elecciones del 20 de octubre de forma transparente y que las irregularidades fueron armadas por la derecha.
El Gobierno de México solicitará a la OEA que un “tercero” revise los datos, considerados fraudulentos y que ocasionaron las protestas sociales.
CEPR
Guillaume Long, que es parte del CEPR y cercano a David Choquehuanca, ordenó contratar a los expertos.
Esa instancia llamó a los investigadores para que realicen el informe.
Avaló la victoria de Nicolás Maduro en Venezuela pese a las irregularidades.