Medio: El País
Fecha de la publicación: domingo 01 de marzo de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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El viernes en la noche, por ejemplo, la Presidenta Jeanine Áñez inauguró su casa de campaña en Santa Cruz, a donde había llegado en la mañana con motivo de la presentación de la nueva estrategia nacional contra las drogas. Lo mismo pasa con los ministros, que suelen acomodar en viernes o lunes los actos en sus regiones.
Con todo, el tema del sábado seguía siendo la ida y vuelta a cuenta del fraude que a unos conviene volver a poner vigente y a otros parecería que también. El Movimiento Al Socialismo (MAS) parece aferrarse a ese último clavo para reflotar su estructura, y sobre todo, salvar la cara en el plano internacional como advierten los analistas del otro lado. Al Gobierno, pero también a Luis Fernando Camacho y a Carlos Mesa, les conviene volver a rememorar el pulso de aquellos días más o menos místicos según quien lo mire.
Encuestas
El MAS lleva ventaja en las encuestas, seguido por Carlos Mesa, Jeanine Áñez y Luis Fernando Camacho
De ahí que Mesa volviera a hablar del artículo del Post, y el propio ministro de Justicia Álvaro Coimbra insistiera en las tesis de la OEA. Agitar el “miedo” a un posible retorno del MAS – más que posible a tenor de las encuestas – es la estrategia básica de campaña sobre todo para Juntos, que no parece haber reflexionado sobre el primer impacto.
Las dos primeras encuestas publicadas, tanto la de Ciesmori para las redes de televisión como la de Mercados y Muestras para Página Siete, han colocado a Juntos en tercera posición, no tan lejos de Carlos Mesa, y con poca presencia en occidente. Con ello se ha amortizado esa suerte de golpe inicial que se preveía más alto. A continuación le han seguido algunos excesos que no parecen haber gustado en la opinión pública y pueden haber perjudicado la imagen de Jeanine Áñez.
La verbalización de esos excesos por parte de la Alta Comisionada de Naciones Unidas, Michelle Bachelet, que es vieja conocida en Bolivia y que ha firmado por cierto el más duro informe contra el régimen de Nicolás Maduro, que se ha mostrado preocupada por lo que calificó de “persecución”, motivó una respuesta airada del Gobierno, pero no quita que modifique la propia estrategia, que hasta el momento no da resultados. Los pesos pesados del ex gobierno, o están exiliados, o fugados, o bien resguardados en la Embajada de México, y lo de meter apoderados o niñeras a la cárcel no acaba de sumar.
Ayer, por ejemplo, quedó llanamente libre Felipa Huanca en la audiencia de medidas cautelares por el Fondo Indígena. La bartolina y excandidata del MAS ha sido uno de los blancos persistentes de Rafael Quispe, actual director del ente, pero ni por esas ha entrado a la cárcel. En anteriores ocasiones, se han iniciado acciones contra los jueces que dictaron cosas similares y que no gustaron al Gobierno. Queda por ver como encajará ahora el asunto en la nueva estrategia.
Los otros asuntos
El más cómodo parece ser Tuto Quiroga, siempre dispuesto a aprovechar los días de transición con denuncias y gráficos. Ayer acusaba al candidato del MAS, Luis Arce Catacora, de haber desfalcado 47.000 millones de dólares, ahí es nada, pero la cifra rimbombante dio para varios titulares.
Quiroga respondía así a Arce, que en la semana acusó al Gobierno de haber dilapidado en tres meses “la economía más sólida de Sudamérica”. Arce hablaba de las pérdidas en BoA; pero también de las medidas anti déficit – recortar horas de educación pública en los colegios -, del progresivo encarecimiento de algunos alimentos, que empiezan a sentir el efecto de la liberación de exportaciones o de las previsiones de crecimiento a la baja. La certeza es una: el petróleo cerró el viernes en 45,25 dólares, por debajo de lo estimado en presupuesto.