Considerando que sobre la democracia existen distintas interpretaciones de carácter descriptiva y normativa con connotaciones ideológicas y filosóficas, es pertinente reconocer el espacio-tiempo desde donde emergen para comprender su significado de acuerdo al contexto donde se desarrollan.

 

Por ejemplo, Maristella Svampa distingue cinco precisiones para aproximarse a lo que llama populismos de alta intensidad de la coyuntura política latinoamericana contemporánea. Uno de ellos señala que "comprende la política en términos de polarización y de esquemas binarios, (…) esto implica la constitución de un espacio dicotómico, a través de la división en dos bloques antagónicos”. Es el juego político de nosotros contra ellos para constituir identidades políticas que otorguen legitimidad a sus representantes como principio democrático.

 

Según Carlos la Torre, "muchos académicos argumentan que Hugo Chávez, Rafael Correa y Evo Morales innovaron la democracia”, porque "han democratizado sus sociedades convocando asambleas constituyentes participativas para revertir los déficits de la democracia liberal. Se redactaron nuevas constituciones que expandieron los derechos y establecieron modelos de democracia participativa, directa y, en el caso de Bolivia, comunal”.

 

Desde una perspectiva distinta, el filósofo italiano Michelangelo Bovero distingue cuatro derechos políticos fundamentales que sustentan la democracia: derecho al voto, igual peso de cada voto, información libre y plural, y pluralismo de los partidos, asociaciones y movimientos políticos.

 

En sus palabras "Las reglas del juego, que disciplinan la titularidad y el ejercicio de los derechos políticos, representan las condiciones bajo las cuales un régimen puede ser identificado como democrático; es decir, como un régimen de autodeterminación colectiva. Un régimen es democrático siempre y cuando dichas reglas sean respetadas: si éstas son alteradas o aplicadas de manera incorrecta, de forma no coherente con los principios democráticos de igualdad y libertad política, violando o desnaturalizando los derechos políticos de los ciudadanos, entonces se comienza a jugar otro juego”.

 

 Para repensar la democracia en Bolivia, después de 35 años de haberla recuperado como régimen político, es necesario tomar en cuenta las diversas perspectivas teóricas y filosóficas que actualmente están en disputa en el espacio político boliviano, para así aproximarse a una perspectiva más amplia de las interpretaciones rutinarias de determinados actores políticos y sociales.

 

 No obstante, para desarrollar el ejercicio de repensarla es necesario tener ciertas consideraciones y una de ellas es que la democracia es un régimen político para ordenar la convivencia política de los ciudadanos con diversas creencias ideológicas, donde las reglas de juego previamente establecidas garantizan la posibilidad de pensar y actuar en libertad e igualdad de condiciones políticas.

 

 

José Orlando Peralta B. es investigador del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales-JOM-UAGRM

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