A un año de la marcha por la defensa de Tariquía, muchas cosas han cambiado, el Gobierno ya firmó un contrato con una de las petroleras más poderosas del mundo para su exploración en las áreas San Telmo y Astilleros. Por otra parte, se ha avivado una división interna marcada entre las familias que habitan en la reserva, donde las comunidades de a poco van cediendo ante la tentación de acceder a proyectos que mejoren su calidad de vida y los incluyan al desarrollo.
La dirigente de la Subcentral de Tariquía, Paola Gareca, llegó hasta la plaza Luis de Fuentes junto a un grupo de dirigentes portando banderas, donde el Comité Cívico de Tarija ya había cerrado las esquinas en señal de protesta. Los tariquieños venían acompañados de jóvenes del Comité de Defensa, con el fin de llamar a la población a participar de una vigilia que se realizó ayer en horas de la tarde en el parque Bolívar.
En la oportunidad, Gareca tomó la palabra y dijo que el primer punto de la presencia de los dirigentes en la ciudad se debe a expresar el rechazo a la exploración y explotación de la reserva, un segundo punto hacer un manifiesto ante la Gobernación, ya que se tienen proyectos que no se cumplieron pese al compromiso de las autoridades del departamento y de su municipio.
En ese contexto, la dirigente manifestó que en el tema hidrocarburífero se firmaron contratos de exploración pese a la marcha realizada el pasado año, por lo que indicó que desde el Estado no se los toma en cuenta. Por ello invitó al pueblo de Tarija a sumarse a la causa, además de agradecer al Comité Cívico que se manifiesta en apoyo a esta medida, que nació en una reunión de la Subcentral en Tariquía.
“Venimos hoy a invitar a todo el pueblo a que tomen conciencia y nos apoyen. Los contratos están ya firmados, todos saben lo que va pasar si entran, contaminación, muerte de animales silvestres. Para los que viven en la reserva solamente quedarán ruinas de sus perforadoras. Nosotros tenemos derecho a que nos escuche el Gobierno y las autoridades del departamento, además conocemos que han traído a dirigentes pagados a una reunión en Los Parrales con el Ministro y el Presidente, pero ellos no nos representan a los que rechazamos la exploración”, sostuvo Gareca.
Asimismo, Gareca aseguró que muchos dirigentes del interior de la reserva están “pidiendo trabajo para la gente cuando entren las petroleras”, lo que calificó como un error, ya que en base a lo ocurrido en otras regiones de Tarija, según la dirigente, es sabido que cuando entren las empresas llegarán con su gente y se tendrán cargos menores.
“Incluso dicen que si aceptamos la exploración hay proyectos. No es así que nos vamos dejar comprar fácilmente, si ellos quieren darnos proyectos que nos den por que es obligación del Estado, y si no quieren que no nos den, así como siempre que no nos han tomado en cuenta. Nosotros queremos hacer conocer el sentimiento como tariquieños que estamos disconformes, de que no están cumpliendo los pasos legales”, dijo.
El dirigente tariquieño, Felicindo López, a su turno mencionó que su regreso a la capital es para hacer conocer al pueblo de Tarija, especialmente a los ciudadanos que se interesan en la reserva por los medios digitales, que pueden apoyar su causa, estando alertas ante cualquier intento de ingreso de las petroleras.
Aseveró se han tenido situaciones en algunos cantones que aún no aceptan los planes de explorar, “queremos hacer conocer que estamos firmes, están ingresando desde agosto del año pasado, en helicópteros, pero no nos han preguntado si estamos de acuerdo, ahora esperamos que más gente pueda apoyar”, agregó.
Sobre el tema, el asambleísta de Unida Departamental Autonomista (UD-A), Cesar Mentasti, indicó que esas manifestaciones se dan por que el Gobierno no cumple la Ley 3058 que establece el proceso de consulta previa al área afectada y tampoco se cumple la Ley de Participación y Control social, a lo que se suma el hecho de que “Tarija y sus instituciones siempre son las últimas en enterarse de lo que se hará con sus recursos”.

Una álgida jornada que terminó en un mitin

El presidente del Comité Cívico de Tarija, Juan Carlos Ramos, aseveró que la biodiversidad es de interés público y es una obligación de los ciudadanos y el Estado conservarla. “No se trata de que el señor Presidente en el exterior sea el ángel guardián de la biodiversidad y la madre tierra, y aquí venga a explotar, ya lo ha hecho con nuestro Gran Chaco y ahora con Tariquía, y todos los recursos no se le devuelve a esta tierra lo que le corresponde”, señaló.
Sin embargo, el grupo de dirigentes de Tariquía evitó acercarse mucho a las instalaciones del Comité Cívico, incluso algunos miembros de esta entidad que se acercaron para hacerles cambiar de opinión, propuesta a la que finalmente los tariquieños no accedieron por miedo a que se tilde su marcha de política.