De acuerdo con la encuesta de Ciesmori, encargada por tres redes televisivas, el candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS), Luis Arce, tiene  31.6% de intención de voto, seguido por Carlos Mesa de Comunidad Ciudadana (CC) con 17.1%; luego y muy pero muy cerca, con una diferencia de apenas 0.6%, Jeanine Áñez, presidenta transitoria de Bolivia y candidata por la alianza política Juntos, que cuenta con 16.5%.

A los tres, le siguen Luis Fernando Camacho de Creemos con 9.6%, Chi Hyun Chung de Frente Para la Victoria (FPV) con 5.4%; Feliciano Mamani de PAN- Bol con 1.6%, Jorge Tuto Quiroga de Libre 21 con 1.6% y, aunque ya no está en carrera, en la encuesta figura Ismael Schabib de Acción Democrática Nacionalista (ADN) con 0.5%.

Como dicen que en política nada está dicho, es probable que los porcentajes de intención de voto varíen en los más de dos meses que faltan para el 3 de mayo. Sin embargo,  esa variación podría darse entre el segundo y tercero que aparecen en la reciente encuesta. Salvo que ocurra un milagro y el cuarto suba sorpresivamente y supere los porcentajes de Mesa y Áñez, lo cual es poco probable.

¿Por qué balotaje a la vista? Como están las candidaturas y las posturas de los postulantes contrarios al MAS, es también poco probable que el segundo y tercero con mayor preferencia electoral se unan y mucho más que a esta alianza se sume el cuarto para que haya un solo candidato que supere el llamado voto duro del expartido de gobierno y haya un ganador en primera vuelta. 

Desde ya, si habría un desprendimiento sincero de los partidos y alianzas,  a estas alturas de la campaña electoral trabajarían en una sola fórmula. Sin embargo, todo apunta a que por ahora se trabaja a ver qué parte de la torta de representación parlamentaria pueden alcanzar.

Tampoco se debe dejar de lado de que MAS pueda consolidar una alianza, ¿con quién? Complicado de predecir. Sin embargo, la situación de Evo Morales en las listas también podría influir positiva o negativamente en el porcentaje que hasta ahora ostenta.

Con todo, la  primera encuesta electoral muestra que definitivamente la intención de voto de los bolivianos está dispersa.