Medio: La Patria
Fecha de la publicación: viernes 31 de enero de 2020
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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Un trabajo de voluntades, compromisos y soluciones se desarrollaba de la mejor manera y se ponderaba la aplicación de medidas que comenzaban a corregir las grandes deficiencias del régimen pasado y perfilaban muy buenas perspectivas para preparar un esquema político que sea parte inicial de un sistema de renovación administrativa, pero especialmente de respuesta a las grandes inquietudes de la comunidad.
El trajín político que en realidad no tenía muchas sorpresas pues se cumplían los plazos del calendario electoral ya definido, sufrió un fuerte remezón con la decisión de la Presidente Jeanine Áñez, que al influjo de la "tentación de mando" no pudo resistir la opción de convertirse en candidata para las elecciones de mayo próximo. Ese hecho alteró seriamente el proceso de transición, se desvirtuó el sentido de conducir el Estado por un camino de respeto a la confianza del pueblo que sintió el impacto y lo expresó a través de diferentes medios, redes sociales y expresiones callejeras.
El efecto más negativo es que ese juego interno en el Ejecutivo, daña la imagen del país que justamente está saliendo de un proceso en el que se mantienen algunas contradicciones, especialmente las que proclaman los huidizos ex mandatarios al considerarse víctimas de un golpe de Estado, que en los hechos no ocurrió, pues se trató de un tácito abandono de labores en la conducción de un Gobierno. Pero con la decisión presidencial, se favorece a las corrientes perdidosas que todavía se sienten incómodas con el cambio de gobierno, pero ahora tienen un "pretexto coyuntural" para hablar incluso de un retorno a la política nacional.
Por supuesto que las condiciones de orden general son otras en el país, pero no dejan de preocupar las tendencias partidistas que como se observa pueden acudir a una serie de alternativas, en las que predomina el interés y la tentación personal, como elementos tan comunes que sin embargo se tornan irresistibles, cuando se trata de una opción para manejar los instrumentos del Estado que dan poder y lógicamente riqueza, hechos materiales que socaban la debilidad humana, aunque no plenamente la conciencia de personas que en lo más íntimo de sus sentimientos pueden reaccionar con la verdad y honestidad de servicio hacia la comunidad nacional.
El tiempo transcurrido desde el cambio patriótico de los bolivianos, la determinación de "las pititas" y la entereza de la Presidente de transición deben mantenerse como la fuerza que sostenga el paso hacia la nueva elección, pero cuidando que ese proceso no sea empañado con vedadas intenciones de los políticos descalificados que ya no deberían interferir en el proceso democrático que nos llevará al fortalecimiento y unidad de todos los bolivianos.