Medio: El Día
Fecha de la publicación: martes 28 de enero de 2020
Categoría: Debate sobre las democracias
Subcategoría: Repostulación presidencial / 21F
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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Venezuela se cae a pedazos, pero Maduro todavía recibe aplausos y vítores, de la misma forma que el cocalero prófugo mantiene un importante apoyo popular, tal como se ratifica en reiteradas encuestas que se vienen realizando con miras a las elecciones del 3 de mayo.
El MAS ya definió sus candidatos y se ha entregado a la campaña electoral, que es lo que mejor sabe hacer. En el bando opositor, lamentablemente impera la confusión, se profundizan las diferencias y comienzan a hacer su aparición las indeseables disputas de poder que amenazan con sepultar la unidad, cuyo beneficiario es el aspirante a dictador, que no ve la hora de retomar su trabajo.
Los políticos no siempre son claros al momento de mantenerse firmes ante mandato que tienen en sus manos, surgido de la primavera boliviana, esa epopeya ciudadana de octubre y noviembre que logró lo que muchos creían imposible. Es comprensible, pues tienen mucho trabajo en la reparación del aparato público y la recomposición de la economía que se torna amenazante y crítica. Eso, junto al enorme desafío de mantener la paz y encima de eso, organizar unos comicios transparentes, puede ser la razón de que haya quienes pierdan el enfoque indispensable para estos meses de transición.
Gracias a las redes sociales hoy tenemos el mejor termómetro para medir minuto a minuto lo que piensa la ciudadanía. Esos medios de comunicación electrónicos fueron cruciales en la denominada “revolución de las Pititas” y afortunadamente lo siguen siendo ahora que el riesgo no se ha ido, que hay mucho por hacer en la recuperación de la democracia y sobre todo, que todavía es necesario orientar el trabajo de los políticos, que si fuera por ellos solamente, hoy estuviéramos todavía en manos de Evo Morales, ejerciendo campante su cuarto mandato.
Viendo las reacciones en torno a la falta de acuerdos; observando el análisis que se hace de algunas decisiones que se han tomado, no cabe duda que el único que se mantiene en el camino correcto, el único que no claudica, que no vacila y que tiene la receta en la mano para que Bolivia se encamine hacia el Estado de derecho es el ciudadano. La dirigencia nacional no debe perder de vista ni un solo instante el mensaje que surge de la población. Por desagracia nunca hemos tenido élites que actúen en función de la gente; siempre han obrado de espaldas a ella y no en pocas ocasiones la han traicionado. Hoy deben convencerse de que el boliviano ya no es el mismo y el 3 de mayo no dudará en volver a castigar a quien no logre una perfecta sintonía con las demandas.
Nunca hemos tenido élites que actúen en función de la gente; siempre han obrado de espaldas a ella y no en pocas ocasiones la han traicionado. Hoy deben convencerse de que el boliviano ya no es el mismo y el 3 de mayo no dudará en volver a castigar a quien no logre una perfecta sintonía con las demandas.