Quiroga, quien días antes de anunciar su postulación renunció a ser Delegado Presidencial ante la Comunidad Internacional para defender la transición,  propuso al actual gobierno, a los candidatos y a los partidos, anular la reelección presidencial inmediata para siempre por ser un veneno que erosiona la democracia boliviana.

A través de un mensaje al país dijo que Añez está en un período adicional extra-constitucional autorizado por el Tribunal Constitucional, motivada en la necesidad de preservar la continuidad del manejo del Estado mientras se desarrollan elecciones transparentes. Indicó que la gestión Añez está en contraste a la Rodríguez Veltzé que en 2005 sí realizó una transición imparcial.

Prevé que la discusión y las decisiones jurídicas sobre la postulación de Añez, estarán en manos de los jurisconsultos, del Tribunal Constitucional y del Órgano Electoral e hizo votos para que el apego al derecho y, no al capricho, oriente sus deliberaciones.

Recordó que  la movilización ciudadana nacional se rebeló contra un tirano y la indignación no era solo contra un hombre que mintió tres veces sobre su “último mandato”, sino contra los engaños y abusos que destruían la democracia boliviana.

Advirtió que al ser un gobierno transición, sectores y regiones no exigían solución a sus problemas, pero ahora el gobierno en campaña que busca seguir en el poder, estará bajo el asedio entre Carnaval y Semana Santa, sin mayoría congresal, sin espalda política ni margen económico para atender el diluvio de demandas.

“La estabilidad económica, erosionada por el despilfarro y corrupción de Luis Arce y el MAS, ahora se verá más afectadas por el giro del gobierno de transición”, dijo. En el plano internacional  cree que la recuperación democrática estará bajo el asedio de Evo.

Explicó que decidió asumir su línea consecuente de defensa de la democracia y por eso también defendió al gobierno de transición ante organismos internacionales en medios de comunicación regionales y globales, frente a los ataques de Cuba, Venezuela, España, México y Argentina.

Dijo que todo eso fue posible porque todos los bolivianos respaldaron la necesidad de construir un escenario electoral confiable.

“Todo lo hicimos de buena fe, yo, como todos los bolivianos, confiaba en la posición que contundente y reiteradamente explicitaba el gobierno de la Presidenta Añez. A todos los que extrañados me pregunta ahora qué pasó, les aseguro que transmití, con convicción y absoluta de buena fe, que el gobierno de transición tenía como único propósito asegurar elecciones imparciales y transparente. La Presidenta cambió su posición, yo no. Estoy entre los que hoy sentimos dolor y decepción”, dijo al ratificar su posición de defensa los principios democráticos.