Sostuvo que los bolivianos vencieron el desafío de movilizarse para expulsar al tirano de Evo Morales, sin embargo, para las elecciones de mayo, el otro desafío es evitar que el expresidente retorne al país de la mano de su partido.

Dijo que la historia demuestra que cuando una tiranía se derrumba, llueven denuncias de corrupción y de hechos dolosos que desgastan al partido de cualquier tirano y en esta elección el partido azul no obtendrá ni el 20 por ciento del electorado nacional.

Está convencido que el próximo gobierno no será del MAS y sin embargo pregunta a los bolivianos ¿Quieren un gobierno timorato, sin capacidad, sin competencia que, al poco tiempo, cuando la gente se olvide de la corrupción, empiece la nostalgia económica y haga todo para que vuelva el tirano como lo hizo Cristina Fernández en Argentina?

Quiroga señaló que en estas elecciones Bolivia se juega su futuro porque además de lo interno, el nuevo gobierno debe enfrentar al contraataque decidido y sañudo de Nicolás Maduro, Evo Morales y los Castro de Cuba que se reunirán este 23 y 24 de enero en Caracas para planificar acciones contra Bolivia.

"Tenemos que tener un gobierno fuerte, que garantice que esta recuperación de la democracia y libertad dure para siempre con un proyecto claro y firme, Bolivia corazón verde digital, sin corrupción sin narcotráfico, repartiendo las acciones de las empresas del estado a los bolivianos y eso es lo propongo", manifestó.

Señaló que antes el presidente, si no obtenía el 51 por ciento de la votación, era elegido por el Congreso donde se cuoteaban ministerios y otros espacios, pero hoy la gente tiene la opción de elegir en primera o segunda vuelta y tener un presidente que reciba un mandato popular y no sea elegido en negociaciones ni en cuartos oscuros.