Medio: El Diario
Fecha de la publicación: lunes 13 de noviembre de 2017
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones judiciales
Dirección Web: Visitar Sitio Web
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Como era previsible, el uso de las TICs se tradujo en una de sus principales herramientas de trabajo. Lo asombroso del caso es la incisiva, por no decir “casera”, forma de inducir al voto en las redes sociales; lo que en un corto tiempo les resultará contraproducente a los “equipos” que acompañan esta sutil campaña.
Es un tiempo sin duda complejo entre lo político-coyuntural y la crisis de un sistema. Sin embargo, y con la reserva de la crítica razonable, llaman poderosamente la atención algunas acciones hasta de omisión de los “judiciables”.
Con las previsiones y prohibiciones del reglamento correspondiente; la promoción de: los cargos a los que postulan, sus nombres y fotos, desde luego su propuesta técnica y sus méritos a través de tarjetas individualizadas y/o volantes informativos; es lo más atinado que pueden hacer para optimizar sus candidaturas de cara al pueblo. La clave está en cómo ejecutar y consolidar esa estrategia que de lejos, en su estado más puro, no es otra cosa que campaña electoral.
Lo triste es verlos desde sus seminarios de capacitación gratuita hasta visitas a mercados, o el uso de eslóganes como: “lucha contra la corrupción y retardación de justicia”, “tecnologización de la justicia”, e “independencia judicial”, entre otros, que no hace más que reflejar la incapacidad argumentativa de los postulantes. Por verlo de otro modo; de sólo imaginar que no cumplan algo que está dispuesto en la Constitución y previsto en la ley, no creo que sea objeto de promoción y/o propuesta técnica, contrariamente estaríamos por elegir a “judiciables” del mismo “calibre” que los causantes de esta crisis. El Órgano Judicial debe refundarse con nuevos actores, y no refundirse con los ya conocidos.
El autor es abogado y periodista.