Lamentablemente y por esas cosas que se dan en nuestro medio, resulta que quienes renunciaron y abandonaron el país, tienen carta blanca para amenazar y anunciar movilizaciones, poniendo de manifiesto su vedada intención de alterar el orden público y propiciar el enfrentamiento entre bolivianos.

El feriado del próximo 22, está marcado como feriado nacional y son varios años que se ha cumplido esa regulación, aunque de verdad el sentido mismo de su aplicación no es parte de la convicción patriótica de la mayoría de los bolivianos, ahora que el feriado se cumpla, permite un descanso laboral, aunque para un importante sector de la economía informal significa una pérdida.

Como se plantea la situación, todavía sin decisiones oficiales del Gobierno de Transición, lo importante es que no se admitan "correrías partidarias" que están dirigidas a promover disturbios y ojalá que no pasen a enfrentamientos que otra vez alteren la seguridad ciudadana y afecten la propiedad pública y privada.

En la presente ocasión, será más fácil identificar a los promotores de violencia y daño a la comunidad, sin dejar de lado, una necesaria advertencia a quien se arroga condiciones de gobernabilidad y promueve desde otro país acciones que sólo causarán malestar ciudadano, que justamente es lo menos que quieren los bolivianos, en un periodo en que se dan las condiciones propicias para avanzar en democracia y no retroceder más con violencia.

La Presidente de los bolivianos ha pedido a la comunidad, mantener la tranquilidad, pero al mismo tiempo un estado de alerta con "las pititas" para mostrar la verdadera posición de los bolivianos, empeñados ahora en llegar a las nuevas elecciones, pero rechazando contundentemente los afanes de violencia que promueven dirigentes del ex partido gobernante.

Frente a ciertos anuncios de algunos "desubicados" activistas partidarios, la Presidente recordó la importancia del movimiento civil cruceño y de los movimientos cívicos nacionales para lograr un cambio de gobierno en el momento más oportuno, con la renuncia de los mandatarios, admitiendo el fabuloso fraude que era inocultable y que permitió despojarnos de un sistema oprobioso, antidemocrático y depredador.

La Presidente, Jeanine Áñez, resalta que la lucha cívica fue la fortaleza de toda Bolivia y que "las pititas que en algún momento fueron descalificadas, demostraron ser tan fuertes, permitiendo que nos uniéramos y nos hermanemos a través de ellas, para conseguir respirar libertad y democracia".

En los días que vivimos y ante ciertas amenazas, la ciudadanía exige de las autoridades del Ministerio Público y la judicatura, actuar con mayor seriedad en aplicar un freno a políticos que "nada tienen que ver con el país", por lo mismo establecer el grado de injerencia que por las condiciones actuales se convierte en un claro delito contra el Estado boliviano, sus autoridades y su población. El pueblo clama paz y tranquilidad.