Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: jueves 19 de abril de 2018
Categoría: Institucional
Subcategoría: Tribunal Supremo Electoral (TSE)
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#VerdadesSinFiltro
Un tiro en el pie…del país
Los mismos que hoy pretenden ampararse en los derechos humanos para reelegirse, les impidieron postularse como candidatos a alcaldes a Rebeca Delgado y a Eduardo Maldonado en 2015. Lo hicieron de una manera tan mañuda y tan artera, que ahora una instancia de las Naciones Unidas ha determinado que sus derechos civiles y políticos han sido violados y que el Estado boliviano debe pagarles un resarcimiento económico.
Como ocurre con todos los atropellos que cometen, el MAS pensó que el
asunto quedaría en el olvido y no se imaginó que hoy el Comité de
Derechos Humanos del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos
de las Nacionas Unidas nos haría recuerdo del tema, haciendo justicia
con una compensación que obviamente no la pagará Evo Morales, sino que
la tendremos que pagar todos los bolivianos.
La historia, que una vez más nos confirma la talla moral y el cinismo
del MAS, es más o menos así: Delgado y Maldonado, que se habían separado
del MAS, decidieron candidatear a las alcaldías de Cochabamba y Potosí;
ante la osadía de seguir haciendo política fuera del MAS y ante las
encuestas que los daban como ganadores, el Gobierno le ordenó a su
sumiso Tribunal Supremo Electoral que se inventara un reglamento
absolutamente ilegal e inconstitucional, que decía que para ser
candidato en aquellas elecciones regionales de 2015, tenías que haber
vivido los dos últimos años en el lugar donde querías postular.
Como estas dos personas habían sido parlamentarias con sede en La Paz,
pues entonces no podían inscribirse como candidatos. Se trataba, como lo
denunciamos en su momento, de una burda maniobra para inhabilitar a los
opositores a como dé lugar, pero le metieron nomás, convencidos de que
nadie nunca les pediría cuentas.
Y es que aquí le meten nomás una y otra vez, sin reparo y sin
vergüenza, sabiendo que manejan todos los poderes del Estado a su
antojo, y que muy poco es lo que los ciudadanos podemos hacer para
impedirlo y creyendo que el poder es eterno, y el delito es impune para
los todopoderosos. Pero resulta que la rendición de cuentas ha
comenzado por fuera y parece que viene muy en serio.
Para no ir más lejos, solmente en el transcurso de las últimas semanas,
hemos visto como la Comisión de Venecia del Consejo de Europa le ha
dicho a Morales que su reelección nada tiene que ver con un derecho
humano, como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha admitido
la demanda contra Morales en el caso del hotel Las Américas, como la
Organización de los Estados Americanos ha condenado su forzado intento
de reelección, y como este otro órgano de las Naciones Unidas ha
dictaminado el resarcimiento de daños a los perjudicados disidentes del
MAS.
Usted estará pensando que el crimen siempre paga, que la justicia tarda
pero llega y, además, que si llega no importa de dónde llegue, con tal
de que los atropellos a la democracia sean sancionados. Y claro que
usted tiene razón, salvo por el detalle de que, en su irreflexiva
defensa, el Gobierno se ha dado a la tarea de descalificar a todos estos
organismos, ignorando que el fallo de La Haya que podría sernos
favorable, vendrá de la Corte Internacional de Justicia, que es también
un órgano de las Naciones Unidas. Un tiro no en los cachitos de fútbol
de Evo Morales, sino en el pie del país.
Lo que todos estamos entendiendo con esto es que la embarrada que
Morales le está dando al país en el ámbito internacional tiene
consecuencias y que éstas las pagaremos todos.
Y no quiero ni siquiera pensar en lo que nos espera como fruto de las
inhabilitaciones y artimañas que deben estar preparando para las
próximas elecciones.
Ilya Fortún es comunicador social.