Pero poco duró la palabra empeñada, y a fines del mismo año una reunión del MAS decidió volver a postular a Evo y el aceptó gustoso, porque en su criterio se lo pide el pueblo. Parece que se olvidó que meses antes, en febrero ese pueblo por mayoría de votos en las urnas dijo NO. Y es que quienes lo indujeron a esta aventura son sus colaboradores del círculo más íntimo que a su vez mueven a Conalcam, cocaleros, la actual COB, la confederación Única de Trabajadores Campesinos y otras agrupaciones proclives al oficialismo.

Ya es de conocimiento público como organismos internacionales como la OEA y la Comisión de Viena se pronunciaron señalando que el derecho de un ciudadano a la reelección indefinida no es un derecho humano. Pero respaldado en un Tribunal Constitucional que ha violado la Carta Magna, el presidente Evo Morales finalmente anunció oficialmente que participará como candidato del Movimiento Al Socialismo (MAS) para las próximas elecciones.

Y para consolidar el poder y unir a su gente se intentó ampliar el espectro en organizaciones sociales que se fueron alejando, sin muchos resultados, al extremo que perdieron Achacachi, a los cocaleros de los Yungas y a gran parte de los cooperativistas mineros. Podrán coludirse con algunos dirigentes pero no cambiar el resultado de la represión que sufrieron.

Inclusive, por las advertencias que surgieron tanto del gobierno como del MAS se decidió poner fin a la transparencia y al libre albedrío de su propia militancia, ya que la Comisión Orgánica del congreso "masista" también resolvió que la dirección nacional debe gestionar y establecer sanciones contra los servidores públicos que "contaminen y perjudiquen" el trabajo político del Gobierno. Hasta se exigirá que los empleados públicos pasen por cursos de capacitación y formación en la única Escuela Política de la estructura del MAS-IPSP como un requisito de acreditación de compromiso político, con el fin de evitar que se filtre información interna que los perjudique durante su gestión.

De todas maneras, todos los vericuetos que sigue el MAS y el gobierno, encontrará al frente la ley de leyes, que posiblemente podrían volver a pisotearla, pero también es seguro que en algún momento los hechos abrirán la conciencia de la gente. Y sobre otra reelección, recordamos que una de las reglas de la democracia es la alternancia en el poder, como recurso que evite la permanencia en el gobierno de una sola persona o un partido. Se ha demostrado en varios países que el acaparamiento del poder genera privilegios y desarrolla consorcios burocráticos que utilizan el aparato estatal en favor partidario o beneficio propio. La experiencia nacional y la coyuntura internacional actual confirman este riesgo.