Medio: El Deber
Fecha de la publicación: viernes 27 de diciembre de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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El encargado de ‘presentar la sorpresa’ en la entrega del mercado fue Nicolás Herrera, alcalde de Entre Ríos. En medio de su discurso, la autoridad hizo una pausa para ceder la palabra a “uno de los gestores de la obra”. Enseguida se escuchó la voz del exmandatario, que cuenta con una orden de aprehensión, acusado de participar en los delitos de sedición y terrorismo.
“Saludar desde Buenos Aires a las autoridades municipales y de la subgobernación (de la provincia O’ Connor) que aportan para el desarrollo de las comunidades. Con el programa Bolivia cambia, Evo cumple, con Mi Riego y otros proyectos hemos logrado reducir la pobreza”, expresó Morales en su mensaje vía telefónica y que fue transmitido por altavoces.
Además, adelantó que la mejor forma de defender sus programas sociales es ganando las próximas elecciones. El expresidente y actual jefe de campaña del MAS se despidió con las arengas: “Viva Tarija”, “viva Bolivia”. Y remató con el eslogan que impuso Fidel Castro en Cuba: “Patria o muerte”.
Cuestionamientos
El ministro de la Presidencia, Yerko Núñez, advirtió que Morales usurpa funciones y busca dividir al pueblo boliviano al mostrarse como si fuese presidente del Estado.
Por su lado, el candidato a la Vicepresidencia por Comunidad Ciudadana, Gustavo Pedraza, dijo que es inaceptable que Morales participe de la inauguración de obras públicas porque fueron construidas con dinero de los bolivianos. Además, el expresidente debería presentarse a la justicia para que responda por los delitos que se le imputan. “No acepta que está fuera del poder y en condición de refugiado. Padece del síndrome de que es insustituible y no admite que escapó de Bolivia”, agregó.
El constitucionalista José Luis Santistevan afirmó que Morales aprovecha la amistad y el acercamiento ideológico con el Gobierno argentino, donde goza de refugio.
Dijo que como refugiado, Morales puede emitir opiniones políticas, pero no hacer política ni desestabilizar al Estado del que procede.