Ref. Fotografia: En la mira. Luis Almagro ratifica que hubo fraude electoral en Bolivia y pide investigar a Evo Morales.

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, sugiere que el expresidente Evo Morales sea investigado por el fraude electoral en Bolivia. 

La autoridad internacional hizo esa declaración en una entrevista exclusiva con ERBOL, a tiempo de referirse al rol de Evo Morales en la actual coyuntura, en la cual el exmandatario realiza comentarios y actividad de carácter político, a pesar de que está fuera del país primero en situación de asilo en México y ahora como solicitante de refugio en Argentina. 

Posición. "Yo creo que el expresidente Evo Morales debe de reflexionar sobre lo que es bueno para su país. Él ha cometido demasiados errores y ha hecho demasiado daño en este proceso, incluyendo el propio fraude electoral incluyendo el proceso de forzar su reelección por todas maneras", dijo.

Sostuvo que el fraude y la intención de reelección fueron 'cosas muy negativas para el proceso electoral boliviano y para el sistema político de Bolivia'.

Instó a que Morales ahora deba pensar con “otra altura” y actuar con “otra dimensión moral”, en el camino de aportar a Bolivia desde el punto de vista positivo.

"Hoy Evo Morales aportaría mucho más a su partido y el sistema político con una actuación más neutra y más distante de lo que ocurre en Bolivia", afirmó.

El uruguayo señaló que antes de incitar posicionamientos políticos, Morales debe despejar las dudas respecto a su responsabilidad respecto a lo ocurrido en Bolivia. 

Responsabilidad. En tanto, el expresidente, Morales, afirmó que solo puede ser sometido a un juicio de responsabilidades, que necesita la aprobación de la Asamblea Legislativa, y que si fuera su intención nada le impediría ingresar a Bolivia. "Yo soy expresidente. A mí no pueden procesarme. Si quieren procesarme, tienen que hacer juicio de responsabilidades. Y, si quiero, puedo entrar cualquier momento a Bolivia", dijo.

El expresidente cuestionó las acusaciones en su contra y las comparó con aquellas denuncias que generaron su expulsión del parlamento boliviano en 2002, tras los graves enfrentamientos registrados entre cocaleros y fuerzas del orden que terminaron con la muerte de siete personas.

"Cuando fui expulsado del Congreso e inicié una huelga de hambre, fui convocado a una audiencia sobre las investigaciones, pero se suspendió la audiencia hasta ahora (...) Me acusaron de narcotraficante y asesino para expulsarme y ahora otra vez me acusan de terrorismo y sedición", aseveró.

En esa línea, el todavía presidente de las seis federaciones del Trópico de Cochabamba dijo que "el gobierno de facto" de Jeanine Áñez "debe garantizar la vida de sus dirigentes y exautoridades" y terminar con la persecución política contra ellos.