Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: domingo 03 de noviembre de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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La figura del fraude se ha instalado en el imaginario del ciudadano. El
diálogo entre todas las partes es importante para la resolución de la
confrontación, que ya se cobró la vida de dos ciudadanos bolivianos.
Analistas y estudiosos del país consideran que no hay una predisposición en ceder posiciones, por el contrario, la confrontación es alimentada por los discursos del presidente Evo Morales sobre el “supuesto odio de determinados sectores en contra de los pobres, los campesinos” y de los cívicos que son radicales.
El sociólogo Daniel Moreno señaló que “la violencia en las calles no logrará ninguna solución, por el contrario el enfrentamiento entre bolivianos se profundizaría”, por lo que es imperativo que los actores políticos y sociales instalen el diálogo. “Es difícil que las cosas se puedan encaminar en un marco institucional, lo que priman son las demandas irracionales de los cabildos y la posición tozuda del Gobierno, no es en la calle que se va a resolver, esto tiene que resolverse por una vía institucional”, manifestó.
En esta misma línea el constitucionalista Carlos Borth dijo que “está claro que la solución o el principio de solución ya no tiene carácter institucional o técnico institucional, ya no depende de la calidad de la auditoría, la validación técnica de la información, ya no depende de eso, en el imaginario social se ha instalado ya la comisión del fraude y eso no va a sacarse del pensamiento de la sociedad boliviana, por lo tanto hay que esforzarse para abrir el escenario político, ¿quién puede abrir este escenario político?, por supuesto que el presidente Evo Morales”.
Mediación
El experto en procesos electorales Paul Antonio Coca consideró que ante la posición intransigente de los sectores involucrados en el conflicto se tiene que sentar un mediador, la Iglesia católica.
“Bolivia está entrampada, en la que ninguna de las partes quiere ceder, en la que ya ha habido dos muertos,en donde el presidente Morales cada vez que sale y da una conferencia de prensa embarra más la situación (...). Ninguna de las partes quiere ceder y no se confía en unos y en otros”, refiere.
Mayor violencia
La corrupción pública generalizada, el desconocimiento de la soberanía popular el 21-F y el presunto fraude promovido por el tribunal electoral generan indignación en la sociedad.
“La democracia es universal, comprende a todos los bolivianos, no discrimina entre unos y otros como hace el presidente Morales, arguyendo que unos son víctimas y los otros verdugos”, señala Coca, al indicar que lo único que se hace es profundizar la crisis.
A esto se suma, queel Tribunal Supremo Electoral (TSE) ha puesto en tela de juicio la auditoría a la jornada electoral que lleva adelante un equipo técnico de la OEA, al suscribir el acta oficial de los comicios con los resultados cuestionados. El viernes también se conoció de la salida del jefe auditor del equipo técnico de la OEA,Arturo Espinosa Silis.
“Con lo de ayer (viernes) se complican las cosas, pero es difícil que las cosas se puedan encaminar en un marco institucional”, indica el sociólogo Daniel Moreno.