Medio: Los Tiempos
Fecha de la publicación: martes 19 de noviembre de 2019
Categoría: Representación Política
Subcategoría: Renuncias
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La renuncia pública del Morales permitió la solución institucional que
abrió la sucesión con un MAS, ética y políticamente, derrotado.
Aprovechando la sorpresa, Morales salió asilado a México dejando un país en el que alentaba la violencia. Lo abandonó incendiado y con la consigna de que se genere el caos para que se diga que era el único que podía gobernarlo. Pero el miedo ya estaba vencido. La ciudadanía en las calles gritó que nadie más en virtud del "derecho humano de la reelección indefinida", violará la Constitución, desconocerá referéndums, ni se adueñará de la vida, la tranquilidad, la justicia y la necesidad de desarrollo, que estaban amarrados al chantaje de la militancia y la prebenda.
En el momento de la renuncia, y después, faltó en la boca del expresidente la palabra paz, reconciliación, perdón.
Sin embargo, la OEA ya había dicho la suya. “…sí, hubo un golpe de Estado en Bolivia, ocurrió el día 20 de octubre cuando se cometió el fraude electoral, que tenía como resultado el triunfo del expresidente Evo Morales en primera vuelta.Que el tribunal electoral le adjudicará el triunfo en primera vuelta era pretender perpetuarlo en el poder de forma ilegítima e inconstitucional”.
"La vergüenza no es de la OEA que descubre un fraude electoral, es de aquellos que lo cometieron. La vergüenza no es de la OEA que hace un informe técnico irrefutable, es de aquellos que quisieron burlar al pueblo. La sangre en las manos es de aquellos que cometieron el fraude electoral. La OEA no dio un golpe de estado, dieron un golpe de estado quienes se robaron la elección declarando un triunfo en primera vuelta, situación que se mantuvo aproximadamente por 20 días..."
Y finalmente, la palabra que faltaba: "La reelección no es un derecho humano, lo hemos repetido durante tres años…"
Luego vino el comunicado del Tribunal Constitucional Plurinacional y la activación de la sucesión constitucional para la senadora Jeanine Añez, por renuncia y abandono de funciones de Morales, García Linera, Salvatierra y Borda; luego de una reunión de sala plena, con la disidencia de la magistrada Amusquivar Moller, emitió un comunicado que la respalda por lo establecido en el artículo 169.I de la Constitución Política del Estado, y ante la grave situación política y social que atravesaba el país.
Faltan, la designación de los nuevos integrantes del Tribunal Electoral Plurinacional, la aprobación del nuevo cronograma electoral, con sus plazos y condiciones y la ley extraordinaria de convocatoria a elecciones.
La crisis de Estado en Bolivia debe terminar el 22 de enero del año 2020 con la posesión del nuevo presidente, luego vendrá la solución política. Nadie, ninguno de los actores nacionales ni internacionales difieren de esta posición. Entonces, esa es la base de la solución.
Los acontecimientos, que nos ha dejado paralizados absolutamente a todos, y que tendremos que estudiar combinando ideología, fe y magia, necesitan la propuesta legal que la viabilice y permita superar la violencia que nadie quiere. ¡Presidente Añez, comités cívicos, Parlamento, partidos políticos, sociedad civil, ese es el trabajo colectivo!
¿Por qué renunció Evo Morales? Dijo, para pacificar al país. Entonces, todavía está en deuda.