Ni bien se conoció la decisión militar, la red PAT difundió imágenes de vehículos militares patrullando en una avenida principal de la ciudad de El Alto.

“Hace minutos atrás hemos recibido la carta con el parte que nuestra Policía Boliviana ha sido rebasada, y en cumplimiento a la misión constitucional el mando militar ha dispuesto que las Fuerzas Armadas ejecuten operaciones conjuntas con la Policía para evitar sangre y luto a la familia boliviana, empleando en forma proporcional la fuerza contra los actos de grupos vandálicos que causan terror en la población”, explicó.

Horas antes, el comandante de la Policía de La Paz, José Antonio Barrenechea, alertó en una conferencia en plena plaza Murillo que los policías fueron rebasados por la ola de violencia que se activó en diferentes puntos de la ciudad de La Paz y El Alto, principalmente, por lo que convocó a la institución armada intervenir para "no permitir muertes ni sangre".

Kaliman explicó que se hará uso proporcional de la fuerza, es decir, responderán en la medida de la violencia de la que sean objeto.

No obstante, recordó “a la población que nunca las Fuerzas Armadas abrirían fuego contra ellas, haciendo un llamado nuevamente a la cordura y a la paz de nuestra amada Bolivia”.

El renunciante comandante de la Policía, coronel Yuri Calderón, estuvo en la conferencia de Kaliman, pero no participó de ella. Poco después tuvo contacto con los medios y explicó que los planes operativos serán coordinados entre los militares y policías a partir de este lunes y hasta garantizar la paz en Bolivia.

Tras la renuncia del presidente Evo Morales se desataron una serie de hechos de violencia en diferentes partes del país. En las últimas horas la violencia se concentró en El Alto, donde se quemaron instalaciones policiales.