Los protestantes que pretenden llegar a la ciudad de Cochabamba y posteriormente a La Paz advirtieron también que “no tenemos miedo ni a la policía ni a los militares. Sabemos manejar armamento”, dijo uno de los expositores del encuentro cocalero. 

Mientras que Segundina Orellana, dirigente de los cocaleros, adelantó que “nosotros no quemaremos casas ni otras instituciones, nosotros somos respetuosos, somos humanos. Nosotros queremos la unidad”. 

Orellana explicó que las federaciones del trópico tienen puntos de bloqueo en todo el país. “Pedimos el respeto y justicia porque nos están violando nuestros derechos que corresponde como bolivianos, como organizaciones sociales”. 

Denunció que “como trópico, hemos sufrido un golpe político-policial-cívico- militar. Nunca en Bolivia vivimos este tipo de amenazas, amedrentamiento y dejando el dolor en los niños”. 

Alertó que no permitirán el retorno de la DEA. “No podemos repetir el atentado de la DEA norteamericana que una vez más nos humilla, nos amenaza. Nuestras familias bolivianas corren el riesgo. Sufrimos en noviembre una dictadura muy inhumana, que actuó sin temor y consideración a los niños y las familias”, dijo, sin precisar el daño sufrido.

Agregó que “como organizaciones somos millones que componemos en los nueve departamentos. Pedimos sumarse a esta lucha. Merecemos respeto. Nosotros construimos la democracia y ellos (la oposición) quieren ser dueños de la democracia, con amedrentamiento y bala”