Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: domingo 15 de abril de 2018
Categoría: Órganos del poder público
Subcategoría: Órgano Ejecutivo
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SIP: Interés de Morales por la reelección asfixia a la prensa
La Comisión de Libertad de Prensa de esa entidad
indica en un informe que la democracia nacional pasa por un momento
crítico debido a este tema.
La Comisión de Libertad de Prensa de la SIP denunció ayer el acoso y “asfixia financiera” que sufren los periodistas en Bolivia, donde considera que el afán del presidente Evo Morales de ser reelegido “de manera indefinida” socava los cimientos de la democracia.
“La democracia atraviesa un momento crítico por el interés de ampliar el mandato del presidente Evo Morales de manera indefinida”, señala el informe sobre Bolivia divulgado ayer en Medellín, donde la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) celebró una reunión.
El informe recuerda que el 28 de noviembre de 2017 el Tribunal Constitucional Plurinacional habilitó a Morales y a su vicepresidente, Álvaro García Linera, a postularse a un nuevo periodo de cinco años, pese a que la Carta Magna señala que sólo pueden hacerlo “de manera continua por una sola vez” y a que ambos ya completan tres periodos.
“En este contexto los medios de información sufren permanente acoso, asfixia financiera y amenazas”, señala la SIP.
Agrega: “El ataque más frecuente es la calificación de ‘opositores’ a periodistas y medios independientes y ese mensaje hostil se traduce en una incitación a sectores afines al Gobierno para golpear, despojar de equipos y agredir verbalmente a reporteros encargados de la cobertura de conflictos sociales”.
El informe destaca que desde 2016 hay “una campaña organizada desde el Gobierno”, con el apoyo de legisladores oficialistas, funcionarios y organizaciones sociales que “intenta desvirtuar el trabajo de investigación periodística al calificar como ‘cártel de la mentira’ a comunicadores, diarios y radioemisoras independientes”.
“El presidente Morales ha declarado a la prensa como su ‘enemigo número uno’, además de calificar a los periodistas como ‘terroristas mediáticos’”, agrega.
Según datos de la Unidad de Monitoreo de la Asociación Nacional de la Prensa de Bolivia (ANP), citados en el informe, entre 2010 y 2017 fueron registradas 291 agresiones físicas, verbales y amenazas contra periodistas y medios.
Otra forma de persecución a la prensa está en la asignación de publicidad estatal, que excluye a empresas que cuestionan las actuaciones del Gobierno, “al extremo de que hubo medios que despidieron a varios periodistas de investigación y análisis por el temor de perder los anuncios oficiales”.
Como ejemplo de esa persecución, la SIP cita una frase de Morales en 2017, cuando afirmó: “Medios que no reciben publicidad del Estado son los que mienten, insultan, difaman y desprestigian autoridades”.