La lista proviene de reportes de prensa, de los informes del IDIF y de comunicados oficiales gubernamentales. No hay un informe oficial sobre estos casos.
“Antes del gobierno de Morales había organizaciones de derechos humanos que se encargaban del registro de personas fallecidas durante los conflictos sociales. Denunciaban y se aseguraban que el Estado investigue. Pero el gobierno del MAS se encargó de destruir la institucionalidad de estas instancias. La Defensoría del Pueblo se volvió una especie de ministerio que responde ciegamente a un partido político. En el caso de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos y otras instituciones, fueron atacadas hasta reducir su espacio de actuación”, señaló el asesor jurídico de la Apdhlp, Franco Albarracín.
Rolando Villena señaló que al dejar el cargo de Defensor del Pueblo en 2016 había más de 90 muertes, pero que los siguientes defensores no actualizaron la lista. Mientras que la Asamblea Permanente de Derechos Humanos estima que ya son más de 100.
Un gobierno sin muertos
“El nuestro va a ser un Gobierno sin muertos”, sostuvo el expresidente Evo Morales en su mensaje presidencial del 22 de enero de 2006, cuando asumió su primer mandato. Desde entonces, en varias ocasiones, sentenció: “al primer muerto me voy”.
Desde México, donde ahora vive su asilo, afirmó que en su gestión no hubo decesos. “Hasta el día de mi renuncia, 10 de noviembre, había cero muertos por bala. Permanentemente hemos cuidado que no se usen las armas contra el pueblo”, afirmó.
“A mí me acusaron de ejercer una dictadura y la gente se hace la burla. Dicen que era mejor la dictadura de Evo sin muertos, con la democracia en siete días ya hay 30 por bala”, afirmó el 20 de noviembre ante a la prensa mexicana.
De los 89 muertos contabilizados en sus 14 años de gobierno, al menos 57 fueron por disparo de armas de fuego durante represiones policiales y militares a protestas de diferentes sectores. Todas estas medidas fueron instruidas desde el Gobierno.
Uno de los pocos casos que fue investigado y se identificó al uniformado que disparó, fue el de Jhonatan Quispe. El estudiante de la UPEA murió por impacto de una canica de vidrio disparada desde un arma policial en una manifestación por presupuesto.
El ministro Carlos Romero señaló que el disparo salió de un petardo de los mismos manifestantes. Pero varias imágenes lograron identificar a un uniformado disparando.
En otros conflictos en los que el gobierno negó la autoría ya se había visto el uso de canicas en lugar de municiones.
Varias represiones
No todos los conflictos tuvieron muertos, pero sí muchos se caracterizaron por la violencia que generaron.
2007El 11 de enero se desató en Cochabamba un enfrentamiento que solo reflejó la división y polarización del país. Campesinos llegaron para exigir la renuncia del entonces prefecto Manfred Reyes Villa.
2011 El 25 de septiembre el gobierno de Evo Morales intentó desmovilizar la octava marcha indígena. Los movilizados fueron gasificados, golpeados, maniatados y llevados en buses de Chaparina a Rurrenabaque.
2014 Se realizó una represión violenta a indígenas de la Capitanía Takovo Mora que protagonizaban un bloqueo. 18 fueron aprehendidos pero la mitad de ellos no era parte de las medidas de presión.
2015 Estudiantes de la Universidad Mayor de San Simón se enfrentaron por la titulación de 1.300 docentes por antigüedad sin necesidad de examen. La Policía intervino en los enfrentamientos dejando 12 heridos.
2016 A La Paz llegó la Caravana de las personas con discapacidad que exigían un bono de 500 bolivianos. Fueron gasificados, golpeados y atacados con el camión Neptuno.