Mediante un comunicado, la institución del Estado afirmó que sus agencias, “tanto operativas como administrativas dentro y fuera de país están trabajando con absoluta normalidad y en sus horarios habituales”.

“Este anuncio es realizado ante noticias mal intencionadas que ocasionaron cierta confusión en nuestros usuarios, por lo que la población en general no debe alarmarse”, añade el documento.

El 10 de noviembre, el excomandante general de la Policía general Yuri Calderón, junto a un grupo de efectivos del orden, precintó la oficina central del Segip en el barrio de Sopocachi de manera simbólica tras las denuncias de fraude electoral en los comicios del 20 de octubre y poco después de la renuncia de Evo Morales.

“La Policía boliviana hoy marca un hito histórico, de manera simbólica, estamos recuperando lo que por ley nos pertenecía y porque le cambiaron el nombre le pusieron Segip, la Dirección General de Identificación Personal ahora nuevamente a la Policía boliviana”, señaló Calderón ese día.

Esa misma jornada, desde el Segip se emitió un pronunciamiento sobre lo ocurrido: Se “desconoce los motivos y bajo qué norma legal se ampara esta acción”.

Cuatro días después y tras gestiones ante la Fiscalía se logró el desprecintado y se reanudaron las funciones de forma paulatina en las 76 oficinas que se tiene en todo el país.

El Segip fue creado a través de la Ley 145 de junio de 2011 y tiene la facultad de otorgar cédulas de identidad dentro y fuera del territorio nacional, además de crear, administrar, controlar, mantener y precautelar el Registro Único de Identificación (RUI), de las personas a efecto de su identificación y ejercicio de sus derechos. También entrega licencias de conducir, que en el pasado estaban en manos de la Policía. (27/11/2019)