Voto nulo y reelección de Evo le hacen gambeta a las judiciales

Las elecciones judiciales se han convertido en una arena política. El voto nulo y la aspiración reeleccionista del Presidente marcan el contorno de un proceso electoral caracterizado, por lo menos en la semana que finaliza, por denuncias de campañas al margen de la ley impulsadas por candidatos al Órgano Judicial.

 El árbitro, el Tribunal Supremo Electoral (TSE), fue puesto entre las cuerdas por la oposición y el MAS porque apuesta por el voto válido y realiza campaña informativa por los candidatos seleccionados por la Asamblea.

 La norma electoral vigente prevé tres opciones de voto: válido, blanco y nulo.

 Los simpatizantes del nulo, opción que arrasó en las primeras elecciones judiciales de 2011, demandaron que el Tribunal Electoral promocione el voto nulo y el voto blanco como opciones de sufragio en los comicios del domingo 3 de diciembre.

El TSE adelantó que la norma establece que las autoridades del Órgano Judicial serán elegidas por simple mayoría de votos y que  el voto nulo no tendrá ninguna incidencia, aún así arrase como en 2011 cuando un 60% del electorado anuló su voto.

 La oposición, activistas de derechos humanos y sectores disidentes del Gobierno promueven la anulación del voto como una forma de expresar el descontento con el proceso de selección de los postulantes marcado por irregularidades y el sesgo político. Los 96 aspirantes  fueron seleccionados con los votos del MAS que tiene mayoría absoluta en la Asamblea Legislativa.

El oficialismo también lanzó duras advertencias al Órgano Electoral. "Los que se van a aplazar, si hay voto blanco o nulo, serán responsabilidad del TSE, ellos tendrán la culpa” advirtió la senadora Nélida Sifuentes.

 El TSE tiene a su cargo la campaña "informativa” sobre el proceso  y  la difusión del perfil de los 95 candidatos al Tribunal Supremo de Justicia, Tribunal Agroambiental, Consejo de la Magistratura y Tribunal Constitucional Plurinacional, pero esta estrategia no convence a muchos candidatos que decidieron amplificar sus campañas.

 Algunos salieron a las calles, mercados y ferias para repartir volantes, calendarios y otros artículos para promocionarse y hay quienes sacan provecho a las redes sociales como Facebook.

Mientras los postulantes informen sobre su perfil profesional y su propuesta de trabajo no hay problema, pero si piden el voto al electorado entonces cometen un delito electoral.

 La anterior semana, el Tribunal Electoral suspendió al candidato al Tribunal Constitucional Plurinacional, Hans Soruco Suárez, porque hizo campaña electoral mientras la oposición denunció a más de nueve postulantes que también hicieron proselitismo. Hasta el viernes se registraron 22 denuncias contra postulantes al Órgano Judicial.

 La campaña todavía no alcanzó el pico alto como en otros procesos electorales, quizás por la falta de debate sobre temas cruciales como la independencia del Órgano Judicial y la propuesta de modificación de la Constitución como pretende el MAS para la habilitación del presidente Morales para las elecciones generales de 2019.

 El proyecto oficialista para perpetuar en el poder al Jefe de Estado ingresó de lleno en el contexto de las elecciones judiciales y los magistrados del Tribunal Constitucional que ya se van anunciaron que emitirán todas las resoluciones que radican en esa instancia hasta el 13 de diciembre, es decir 10 días después de las elecciones judiciales.

  Para cerrar la semana, el presidente Morales encendió las alarmas. Habló de acabar con la democracia de mayorías y minorías para implementar la democracia comunitaria, en la que no existen mayorías o minorías.

 "Yo vengo del movimiento indígena originario y allí he visto cómo se aprobaba en reuniones, en concentraciones, del ayllu, de la comunidad, que no haya votación, porque en votación ya hay mayorías y minorías” dijo Morales en un acto en Potosí.