Nervios en la Casa Grande del Pueblo. El presidente Evo Morales convocó de emergencia al ministro de Gobierno, Carlos Romero, y al comandante general de la Policía, Yuri Vladimir Calderón, para analizar los últimos acontecimientos ocurridos en los últimos minutos.

Hace instantes se vio llegar a Romero y Calderón e ingresar al nuevo palacio después de que policías de base se amotinaron en Cochabamba, Sucre, Oruro y Santa Cruz.

También se conoce que a la reunión acudió el comandante general de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, para definir los próximos pasos logísticos para asegurar la seguridad del Jefe de Estado, las instituciones del Estado y de las autoridades del Órgano Ejecutivo.

Una de las posibilidades que se está manejando es que el Presidente pueda dictar un Estado de Excepción, catalogado en la Constitución Política del Estado.

"En caso de peligro para la seguridad del Estado, amenaza externa, conmoción interna o desastre natural, la Presidenta o el Presidente del Estado tendrá la potestad de declarar el estado de excepción, en todo o en la parte del territorio donde fuera necesario. La declaración del estado de excepción no podrá en ningún caso suspender las garantías de los derechos, ni los derechos fundamentales, el derecho al debido proceso, el derecho a la información y los derechos de las personas privadas de
libertad", señala el artículo 137 de la Carta Magna.

El plan B, según una fuente del Ejecutivo, sería una negociación con las bases policiales para conocer sus demandas.