"La Comisión de Venecia no es un órgano que tenga ninguna relación con la Organización de Estados Americanos, el señor Almagro desconociendo las propias instituciones de la Organización de Estados Americanos acude a un organismo que no responde a nadie, que no tiene fallos ni opiniones vinculantes para nadie, para forzar sus deseos, sus intenciones erróneas, mezquinas y sectarias", manifestó Arce en conferencia de prensa.

Remarcó que la OEA cuenta con instituciones como la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), y la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que son "las únicas instancias que se encuentran facultadas para interpretar y aplicar la Convención Americana de Derechos Humanos o Pacto de San José de Costa Rica".

Almagro señaló el lunes que el informe de la Comisión de Venecia, que señala que la reelección de mandatarios no es un derecho humano, será enviado para su análisis a otras instancias americanas debido a las constantes prácticas regionales de "perpetuarse en el poder".

"La reelección no es un Derecho Humano, e impedir la reelección no limita los derechos de los candidatos o los votantes", aseveró en un mensaje emitido por las redes sociales de la OEA. En octubre de 2017, Almagro realizó la consulta a la Comisión de Venecia.

Para Arce, el secretario general de la OEA es un funcionario que "no habla por las instituciones (Como la CIDH y la CorteIDH), que por normas estatutarias están llamadas exclusivamente, son las únicas facultadas para interpretar y aplicar procedimientos, pasos y requisitos específicos que no se han dado y que no puede referirse el señor Almagro".

Esta situación asumida por el funcionario de la OEA, agregó Arce, "viola expresamente la propia carta de la OEA", que en su artículo tercero inciso E señala que "Todo estado tiene derecho a elegir sin injerencias externas su sistema político, económico y social, a organizarse de la forma que más le convenga, y tiene el deber de no intervenir en los asuntos de otro estado", citó el ministro.

El señor Almagro sin ningún respaldo institucional de la OEA "viola este principio fundamental de la carta, interfiere con la organización institucional y jurídica de varios estados, opina sobre sus procedimientos constitucionales y sobre los mecanismos que tienen para desarrollar su democracia en absoluta libertad en ejercicio de toda su soberanía".

Arce subrayó que esa actitud ex profesa e inentendible del secretario general de la OEA es "absolutamente reprochable y no está de acuerdo con los principios del estatuto, el funcionamiento de la OEA, y aún más allá, viola este principio y la propia carta de la OEA".