Medio: Página Siete
Fecha de la publicación: viernes 01 de noviembre de 2019
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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El complejo escenario político ha devenido producto de varios factores, la desgastada credibilidad de los vocales del Tribunal Supremo Electoral (TSE) y en su independencia, y la cuestionada administración del proceso electoral, entre ellos, del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP).
El detonante fue la suspensión sorpresiva de la transmisión de datos el domingo 20 de octubre a las 19.40, al 83,76% de actas verificadas se perfilaba una segunda vuelta entre Morales y el candidato presidencia de CC, Carlos Mesa, casi 24 horas después se produjo un giro político lo que generó mayor desconfianza en la transparencia del proceso.
“La salida es elecciones, que sean elecciones en el corto o mediano plazo eso es algo que lo debe definir el Gobierno juntamente la oposición política”, sostiene el analista, Carlos Cordero, para quien la auditoría que empezó la OEA carece de legitimidad “está negada”, dijo.
La suspensión del TREP generó la demanda de la “reposición de la segunda vuelta”, posteriormente surgió la propuesta de una auditoría, luego se planteó nuevas elecciones y los últimos cabildos exigen la renuncia de Morales y García Linera.
Marcelo Silva analiza que en los escenarios “inciertos y mutantes”, es decir, que van cambiado, tanto en lo discursivo como en las acciones, está claro que es fundamental un “diálogo” y “negociación” convocado por el Jefe del Estado con los actores políticos y de la sociedad civil.
En la línea de Cordero, Silva considera que la salida política a la situación de “polarización” que no se había visto en los últimos 10 años, son unos nuevos comicios electorales.
Cordero se anima a plantear incluso que haya un “gobierno de transición” a partir del 22 de enero de 2020, porque a las 16.00 de ese día termina el mandato de Morales y García Linera, por lo que considera innecesario pedirles sus renuncias.
La Constitución Política del Estado prevé una sucesión constitucional, en este caso las autoridades cumplen su mandato, pero ni los presidentes del Senado ni de Diputados podrían asumir, porque también terminan su legislatura, por lo tanto, cree que el presidente del Tribunal Supremo de Justicia tendría que asumir la presidencia hasta convocar a elecciones.