El vicepresidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Antonio Costas, presentó hoy su renuncia argumentando inconformidad con la interrupción del sistema de Transmisión de Resultados Preliminares Electorales-TREP que generó polémica y susceptibilidad en la población.

Según Costas, optó por este camino porque no estuvo de acuerdo con la decisión del resto de los vocales de poner en pausa la publicación de datos del TREP. El proceso electoral quedó desacreditado, desde su percepción.

Fue una decisión "precipitada no publicar (los datos y estacionarlos en 84%) y hacerlo un día después, y provocarnos una situación tan compleja como esta no tiene racionalidad", añadió.

Cuando el conteo rápido fue suspendido, el TREP había contabilizado el 84 por ciento de los sufragios válidos y otorgaban un 45,28 por ciento al presidente Evo Morales, sobre el 38 por ciento, de Carlos Mesa, perfilando una casi segura segunda vuelta.

Luego de que se reanudó tras una inexplicable paralización de 20 horas, el conteo mostró un cambio en el resultado que augura la reelección de Morales en primera vuelta.

La suspensión del flujo de datos provocó una enorme susceptibilidad sobre el trabajo del TSE. La misión de observadores de la OEA pidió ayer al organismo electoral que "explique por qué se interrumpió la transmisión de resultados preliminares y que el proceso de publicación de los datos del cómputo se desarrolle de manera fluida".

Costas enfatizó en la carta dirigida al vicepresidente Álvaro García, también presidente del Congreso, que designa a los vocales del TSE: "Bolivia está primero".