Medio: El Diario
Fecha de la publicación: viernes 06 de abril de 2018
Categoría: Procesos electorales
Subcategoría: Elecciones nacionales
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“Las elecciones 2019, vamos a ver un partido político, que le va ser difícil retener el poder, seguirá teniendo una bancada importante, pero todavía está en entredicho que Morales sea candidato y el MAS sin Evo, será muy difícil que gane esas elecciones”, analizó Cordero.
Añadió que la postura de Loayza ante la posición del presidente Morales no es más que la expresión, como hay mucha en el país, de la total decepción que ha causado el gobierno actual porque está inmerso en la “corrupción”.
“Lo que hace (Loayza) es expresar su desencanto del MAS, el presidente tiene un complejo, cree que él es el dueño de la política, del Estado, de la historia, entonces cuando uno se siente dueño, cree que quien le cuestione está equivocado, es un traidor, es una especie de ladrón, porque él se siente dueño del país”, aseveró.
Cordero considera que esa personalidad megalómana del presidente Morales hace que se crea el único para gobernar el país.
“Él cree que es el único que puede gobernar, el único que puede hacer política; en cambio todos los que quieren hacer política, pero no en su partido, son neoliberales, traidores, disidentes, son un lacra. En esto se equivoca, porque él tiene que percatarse y darse cuenta o quizás se dará cuenta cuando sea derrotado, en la elección 2019”, explicó.
Además, señaló que el MAS está en pleno proceso de resquebrajamiento por la corrupción, pese a que hace años mantenía cierta “unidad monolítica”.
“El MAS está empezando a resquebrajarse, desportillarse y creo que ante sus dos derrotas políticas (21F y elecciones judiciales), la fractura con los movimientos indígenas campesinos, seguido de otros políticos, como el grupo de los librepensantes, han provocado el quiebre de la unidad monolítica que el MAS tenía desde 2005 hasta el 2014”, expuso.
Sin embargo, porque se está en una etapa prelectoral, considera el analista que los síntomas que emanan de esa organización política serán develadas en las elecciones de 2019, cuando se vean las dimensiones de la crisis política del MAS.
“Lo que se ve son síntomas de debilidad, del fracaso, hay ciertos síntomas de crisis dentro del MAS, pero el 2019 se va hacer real, se va mostrar cuánta dimensión de crisis tienen, porque su estrategia se basa en negar el 21F, es decir, ellos no han perdido el 21 de febrero, están cerrando los ojos ante la realidad”,
Y, por último, sugiere que el MAS seguirá siendo un partido importante, pero ya no será hegemónico.
“El MAS va seguir siendo un partido político importante, seguramente va tener alcaldías, gobernaciones pero ya no va ser el partido hegemónico, como lo fue hasta ahora, pasará a ser un partido opositor, quizás tenga una bancada importante, pero como otras agrupaciones, están cumpliendo un ciclo histórico y la sociedad va renovando la política”, concluyó Cordero.