Faltan menos de cuatro días para las elecciones y todavía no se han subsanado las listas cumpliendo la paridad. El 17 de julio se cerró el plazo en el que los partidos políticos debían presentar sus listas de candidaturas, respetando los criterios de paridad y alternancia, como manda la ley y el reglamento elaborado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE). La revisión de las listas por parte del TSE inhabilitó a un importante número de candidaturas que debían sustituirse hasta el 5 de septiembre, de manera que el TSE (de acuerdo a calendario electoral) publicara el 15 de septiembre las listas de habilitados.
La campaña #Protagonistas, que efectúa seguimiento al cumplimiento de la paridad, identificó en las listas publicadas el incumplimiento de la paridad por parte de ocho organizaciones políticas, que no fue oportunamente detectado por el TSE, ni por el sistema informático, al momento de las sustituciones. Esta información con el detalle del incumplimiento de las fuerzas políticas fue puesto en conocimiento del TSE, para que en el marco de sus atribuciones y obligaciones (Art. 23 y 24, Ley del Órgano Electoral Plurinacional) verifique el estricto cumplimiento de la paridad en todas las fases del proceso electoral. Habiendo verificado que las organizaciones no cumplieron con la paridad, el TSE exhortó a los partidos a cumplir con la paridad, medida por demás débil e insuficiente para asegurar el cumplimiento de la ley.
Posteriormente envió notas a las organizaciones políticas para que subsanen la situación en las siguientes 72 horas. De acuerdo a la Ley de Régimen Electoral (Art. 107), en caso de incumplimiento de la paridad las listas no deberían ser admitidas. A la fecha no se conoce cuántos partidos subsanaron las falencias en el nuevo plazo y qué medidas tomarán para sancionar a los que no lo hicieron, a pesar de nuestras solicitudes de información. El TSE fue un aliado importante en los avances de la paridad y el camino iniciado hacia la democracia paritaria; pero en este proceso electoral está claro que, nuevamente, el patriarcado conspira en complicidad, para eludir el cumplimiento de la paridad que ha sido una conquista de las mujeres, para participar -en justicia - en las listas y conformar el poder político. La paridad no es otra promesa electoral, sino un derecho irrenunciable que no admite retrocesos.