Medio: El País
Fecha de la publicación: domingo 01 de abril de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Renovación dirigencias
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El MAS Tarija busca un elegido que pueda conducirlos en estos tiempos oscuros por los que se viene debatiendo. Todas las prospecciones indican que, al final de la tormenta, al MAS le puede esperar un edén bíblico. Que le basta con mantener viva la división entre las fuerzas autonomistas y alternativas tarijeñas y, eso sí, encontrar una dupla aceptable para hacer tándem a la Gobernación. Que incluso repitiendo los peores resultados de los últimos tiempos, los que cosechó Pablo Canedo, le puede ser suficiente para alcanzar la Gobernación ante el tamaño de la fragmentación.
Pero ni por esas.
La pléyade de candidatos a liderar de facto el partido se ha ido expandiendo a medida que se ha ido fraccionando. Una docena de nombres se manejan con soltura, pero también con prudencia, pues las relaciones interpersonales y entre facciones son, a veces, inescrutables. Todos los interesados en pintar algo en el partido juegan una especie de partida de póker interminable en el que el farol predilecto es mentar a Evo Morales para avalar tal o cual decisión.
El uno por uno
El más poderoso de los electos parecía ser el senador Milcíades Peñaloza, a quien se decía debían consultar incluso las contrataciones menores de personal en la Asamblea. Peñaloza nunca fue masista, más al contrario procede de los oscuros submundos del ADN donde nadie era lo que parecía. Peñaloza fue la gran sorpresa de las listas de la elección de 2014. Al empresario arquitecto enriquecido a la sombra del reverendo Bartolomé Attard se le conocían vínculos de amistad con políticos de larga data como Óscar Montes o Johnny Torres, pero nadie sabe muy bien cómo acabó por convertirse en el hombre fuerte de Evo Morales. Como todos los conversos marcan la línea: yo soy evista, dice. Últimamente ha dado un paso atrás, ha reducido su participación pública y rechaza sistemáticamente los pedidos de entrevista. Se sospecha que no repetirá y su papel parece haber quedado relegado a una especie de gran cajero – consultor, sustituyendo lo que alguna vez fue la poderosa bartolina Julia Ramos. Otro de los que despunta y prevé jugar hasta el final es Álvaro Ruíz. Alcalde de El Valle, caudillo de la AMT y recientemente posesionado como jefe de la Asociación de Municipios de Bolivia (AMB), que le ha dado una curiosa visibilidad en la delegación que ha viajado a La Haya a defender los argumentos marítimos. Ruíz no se lleva especialmente bien con Milcíades y ha tratado de forjar un perfil propio distinto al de los invitados. Ruíz es un converso, su primera elección la disputó con las siglas de Camino al Cambio, pero su acelerado cambio de bando y su activismo posterior lo ha hecho casi olvidar. Ruíz trata de forjar un grupo propio. Ha sumado para su causa a todo el bloque del campesino Eider Quiroga, uno de los rostros más conocidos de la Federación, aunque no atraviese su mejor momento. Quiroga ha cambiado de enemigo a aliado. Ruíz se ha puesto al hombro la tarea de desgaste del Gobernador Adrián Oliva como ningún otro, pero el dato de aprobación de Evo Morales publicado justo después de que Ruíz tuviera su apogeo con el combate por la Ley del 8 por ciento y que apenas superaba el 17 por ciento le ha pasado factura. Ruíz es de los pocos capaces de acomodar el relato, pero le sigue faltando la confianza de la dupla de arriba, algo que pesa demasiado.
El subgobernador de O´Connor, Walter Ferrufino, es el tapado. Más carismático que los anteriores y también con muchos más problemas, fue el descartado a la hora de la verdad para ser el candidato de 2015. Era el elegido por la Coordinadora Departamental del Cambio pero Evo instruyó mirar para otro lado y Ferrufino, que mantiene a duras penas sus cuotas de poder, quedó tocado para siempre pero podría ser redimido por el propio Morales en un abrir y cerrar de ojos que a él le vendría muy bien.
Con ganas de haber sido el hombre fuerte del MAS en Tarija se presentó el Ministro Luis Alberto Sánchez. Su rol en la política departamental es todavía incierta. Muy concentrado en su propia supervivencia y en la toma del control de YPFB, últimamente se prodiga menos en Tarija. Sánchez estuvo en la mesa chica donde se designó a Pablo Canedo candidato en 2014, tal vez su última decisión real dentro del departamento. No le fue bien. Ha introducido temas en el debate, como el de la intervención de Servicios Eléctricos de Tarija, pero el descontrol con el que llevó adelante la estrategia para posicionar positivamente la exploración en la Reserva Natural de Tariquía le ha pasado factura. En la misma línea su último tropiezo, el de borrar del mapa la petroquímica de Yacuiba para después desdecirse y después ratificar que no hay presupuesto ni proyecto definido.
Uno que sabe moverse como pez en el agua dentro del Movimiento Al Socialismo es José Quecaña, el ejecutivo regional del Gran Chaco que sin ser autonomista ha acabado quedando en la historia de las luchas de la provincia. Quecaña da el perfil protípico del votante masista en la Tarija urbana. Infante migrante del altiplano que logró mimetizarse con su nuevo destino y combinando ambas experiencias se fue abriendo hueco. Quecaña hizo un pulso con el propio presidente Evo Morales en el momento más difícil del MAS en el Chaco, desdibujado y en manos de los Brú, Vaca, Torrez, etc, conversos convencidos.
Quecaña presentó batalla y ganó. Por una razón muy precisa que el MAS nacional aún no se explica, en la misma circunscripción donde perdió Carlos Brú la alcaldía Quecaña ganó la subgobernación. En el próximo embate Quecaña puede sumar en una dupla a la Gobernación, pues aporta raíz masista no sospechosa y Chaco grande, el ampliado, el colonizador, el que llegó. La nemesis de Quecaña es Carlos Brú. La relación entre ambos es todo un misterio, tal vez incluso para ellos mismos que se desconfían tanto que no pueden disimular sus celos. Brú es ahora viceministro de Defensa Civil y, este sí, alardea de tener línea directa con el presidente Evo Morales. Aparentemente es quien ejerce el poder orgánico en el Chaco. Brú, como Quecaña, puede tener un sitio reservado en la dupla, aunque en este caso además de a los chaqueños representaría precisamente a los conversos, lo que permitiría que la primera posta fuera ocupada por alguien indiscutiblemente comprometido con el proceso.
Este puesto podría estar reservado para Sara Armella, la presidenta de la Asamblea Legislativa que ha llegado con fuerza desde abajo. Comprometida sindicalmente con el proceso de cambio desde siempre, desde su cargo ha logrado articular una parte del partido y tomar el control de la Federación. Pero le falta. La línea directa con el presidente no es tan fluida como lo fue con otros personajes de su relevancia. Armella tiene la hoja de vida inmaculada, sin embargo no parece ser suficiente para el nivel central del aparato, poco acostumbrado a tratar con mujeres y que, a la fecha, parece ser su principal escollo.
Un nombre para anotar, o en realidad una dupla, es la que conforman Jaqueline Mendieta, nueva presidenta de la Brigada desde su condición de diputada suplente y su titular, Lino Cárdenas. Mendieta cuenta con el aval de la Vicepresidencia y Cárdenas de Arce Zaconeta. Cárdenas es relativamente solvente en sus exposiciones y ha sido de los pocos capaces en dar la cara cuando las cosas se han puesto complicadas, como en el caso de las elecciones judiciales.
De los exiliados, una dupla que causó sensación en 2015 y de la que ya nadie quiere habar. Julia Ramos y Pablo Canedo. Julia Ramos ha quedado proscrita y sobre tocada en el partido. Una redención parece imposible, por más que obtuviera una absolución en el escándalo del Fondo Indígena. Ramos pasó demasiado tiempo en la cárcel de forma preventiva mientras que otros de sus amigos y aliados tardaron más y salieron antes. Pablo Canedo, que logró ser candidato sobre todo por el visto bueno de la lideresa, es ahora vicecónsul en Estados Unidos y su retorno parece demasiado complicado. Más bien parece que tiende a la “reinserción”.
El último nombre a anotar es el de Abel Aguilar. Raleado en una ocasión de la Central de Cercado por “rajar” demasiado sobre los invitados y su impacto negativo en el programa del Movimiento Al Socialismo, ha logrado una segunda oportunidad de la mano del nuevo Ministro de la Presidencia, Alfredo Rada. Aguilar es un dogmático, ideológicamente duro, de los que se resiste a convertir al MAS en un experimente y añora estructuras y disciplinas que prioricen la revolución. Su influencia es pequeña pero puede llegar a ser determinante en un momento dado.
Cossío, enésima semana de pasión
Por si no había suficiente barullo dentro de las filas opositoras, Mario Cossío volvió a aparecer estas semanas para testar su propia incidencia y significación política de sus bases.
Cossío fue noticia por su nueva condena en ausencia, una figura que parece violentar el sistema de derechos humanos concebido por Naciones Unidas. Ningún país reconocerá nunca que tiene perseguidos políticos que requieren refugio en un tercer país y, evidentemente, sus condenas solo vendrán a ratificar lo que los refugiados dicen, que son perseguidos. Desde cualquiera de las interpretaciones, el proceso que no podía fallar era el de enriquecimiento ilícito, pues sería difícil para el Ministerio Público, que es Gobierno, sostener las demandas de corrupción si no se encuentra el beneficio.
Como fuere, Cossío todavía tiene intactos sus derechos políticos, que de momento no puede ejercer por encontrarse refugiado en Paraguay. Sus incursiones mediáticas desde que fugó en 2010 vienen a señalar que “volverá”, promesas que siempre se vinculan al desalojo de Evo Morales del poder, algo a lo que él entiende que contribuye con sus apariciones.
De momento se reconocen dos bloques en lo que sería la oposición al MAS, una más sincera, otra más simulada, todas pragmáticas. En algún momento se consideró toda la oposición al MAS dentro de un supuesto bloque autonomista, pero evidentemente había figuras que no concordaban con todos los principios. El bloque se ha dividido por muchos motivos, uno de ellos puede ser incluso el generacional.
El Gobernador Adrián Oliva y el asambleísta chaqueño Wilman Cardozo conforman la dupla más sólida y electoralmente con más arrastre. Por otro lado, el ex alcalde Óscar Montes y el subgobernador de Cercado Johnny Torres conforman otra dupla poderosa en Cercado.
Los movimientos de Camino al Cambio, con Cossío a la cabeza, tienen más de simbólico que tal vez numérico, pero allí donde se arrimen cambiarán el perfil del conjunto. Ahora bien, a Cossío no le gusta ser comparsa y ya malas experiencias ha padecido por ello. En ese sentido, todavía quedan un buen número de apariciones por esperar.