Medio: El Deber
Fecha de la publicación: domingo 01 de abril de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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Esa es la conclusión de algunos dirigentes del MAS, de parlamentarios de la oposición y de analistas políticos consultados sobre el trabajo político que realizan los adversarios al Gobierno del presidente Evo Morales.
Una de las primeras en ponerse la mano al pecho fue la diputada cruceña Maida Paz (PDC), partido que dirige el expresidente Jorge Quiroga. “En este momento estamos en resistencia, hay que ser honestos (en admitirlo). En la Asamblea (Legislativa Plurinacional) vemos que hay una oposición complaciente, no hay que negarlo, incluso hay parlamentarios que son más masistas que los masistas”, disparó la legisladora.
A pesar de que no lo mencionó, lo dicho por la diputada Paz se ajusta a la actuación del legislador Víctor Gutiérrez (UN), que fue uno de los dos opositores que acudió en septiembre del año pasado al Tribunal Constitucional Plurinacional para presentar un recurso que declare la inaplicabilidad o la ilegalidad de varios artículos de la Constitución Política del Estado y de la Ley de Régimen Electoral para propiciar la repostulación ilimitada de Evo Morales a la Presidencia de Bolivia.
En ese sentido, el politólogo y docente universitario Marcelo Silva asegura que un sector de la oposición ha sido funcional al presidente Morales y mencionó como ejemplo el caso de políticos que validaron el fallo dictado por el Tribunal Constitucional del 28 de noviembre del año pasado que habilitó el mandato presidencial indefinido. Según el politólogo, el alcalde de la ciudad de La Paz, Luis Revilla, anunció que Sol.bo, partido que dirige, generará una alternativa política a la candidatura de Morales, en lugar de insistir con la defensa de los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016, cuando el 51,31% del electorado votó por el No a la reelección.
En una entrevista concedida hace dos semanas a EL DEBER, Revilla aseguró que está dedicado a construir una alternativa de cara a las elecciones presidenciales de 2019, con un proyecto renovado de acción política, con posibilidades reales de ganarle al MAS, independientemente de que el partido de Gobierno se presente con Evo Morales u otro candidato.
“Hay resistencia en lugar de oposición. Esto se nota en la actitud reactiva a todo lo que establece el Gobierno. Hubiese sido interesante escuchar un planteamiento de la oposición sobre la actitud que debería asumir Bolivia en un escenario pos La Haya, de cómo diseñar una política nacional de hidrocarburos, sobre el manejo de la coca; es decir, lo único que hacen es reaccionar a las iniciativas gubernamentales, pero nunca se han puesto a la altura del MAS”, resaltó Silva.
Consultado sobre el tema, el exdiputado Guido Áñez, que se encuentra con refugio político en Estados Unidos, afirmó que una oposición política es la que “pelea en serio” por acceder al poder, pero nota que los adversarios al MAS carecen de iniciativa política, probablemente porque están luchando para hacerse fuertes en los escenarios regionales.
Áñez advirtió que el resultado adverso que obtuvo el MAS en el referéndum del 21-F les sirvió para perfeccionar su aparato de fraude, mientras que los opositores se ilusionaron con una posible salida electoral. “Hay que tener claro que ellos (los gobernantes) no son demócratas e intentarán por todos los medios consolidar su dictadura electoral”, insistió.
Desde el MAS, el exministro Hugo Salvatierra asegura que en el oficialismo perciben que están frente a una oposición dispersa, extraviada e incapaz de presentar para las próximas elecciones un proyecto alternativo al proceso de cambio.
En criterio de Salvatierra, uno de los fundadores del instrumento político, los opositores solo se aprovecharon de algunos errores del oficialismo para propiciar el 21-F la primera derrota del MAS en las urnas y de promover algunas movilizaciones de la clase media urbana, pero “sin una visión concreta como la que teníamos desde 1995 cuando se fundó nuestro instrumento político y con características electorales”.
El exministro de Agricultura recordó que en todas las elecciones anteriores la oposición en su conjunto no ha alcanzado el 40% de los votos, mientras que el presidente Evo Morales ha superado el 62% de apoyo en las urnas. “Tendremos defectos y algunos problemas, pero con el actual Gobierno la economía del país ha crecido, mejoraron las condiciones de vida de los bolivianos, se ha avanzado en la industrialización de los hidrocarburos; es decir, este país no es el mismo del 2005 para atrás. La oposición tendrá que pensar su nuevo proyecto político sobre los cimientos del nuevo Estado Plurinacional”, afirmó Salvatierra.
Propuestas
Vladimir Peña, secretario de gobierno de la Gobernación de Santa Cruz y dirigente nacional del Movimiento Demócrata Social, no está de acuerdo con que los “encasillen” dentro de la categoría de opositores reaccionarios. Aseguró que en los últimos tres años Demócratas ha demostrado que se puede hacer oposición útil y constructiva. “Por ejemplo, hemos desenmascarado al MAS a través de nuestros diputados y senadores que han denunciado hechos de corrupción, hemos puesto en evidencia los despilfarros y, además, hemos sido útiles en la fiscalización y en las propuestas”.
“La política no se mide por el trayecto y el contenido, hemos luchado por la autonomía y por el pacto fiscal, que son temas importantes para el país. Cuando hay que hacer resistencia, se hace, y cuando corresponde hacer oposición, también, pero es momento de construir la alternativa para un nuevo país y el cambio es posible. Demócratas tiene definido su plan de acción político para los próximos años”, señaló Peña.
Por su lado, el diputado Miguel Ángel Feeney (UD) apuntó que la oposición no está en una carrera electoralista, a pesar de que desde el Gobierno insisten en que se tienen que organizar para encarar las elecciones generales de 2019. Por ahora se hacen gestiones dentro del parlamento y cada partido hace sus cuadros para, en su debido momento, presentar una alternativa.
El diputado recordó que el trabajo fiscalizador de la oposición permitió descubrir casos de corrupción, como los ocurridos en el programa Bolivia cambia, Evo cumple; en la compra irregular de taladros chinos, el caso Zapata, la paralización de la planta de urea, el caso de los parientes del vicepresidente en BoA, entre otros.
Por su lado, el exvicepresidente Víctor Hugo Cárdenas dijo que la oposición tiene que elaborar propuestas que demuestren al país que tienen más luces que el Gobierno, sino no merecen ser denominados opositores.
“Las tareas de denunciar los hechos de corrupción y las inversiones fallidas son insuficientes; tienen que elaborar propuestas alternativas para reclamar el voto popular”, señaló el exvicepresidente en el periodo 1993-1997.