Medio: El Deber
Fecha de la publicación: domingo 01 de abril de 2018
Categoría: Organizaciones Políticas
Subcategoría: Democracia interna y divergencias
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Tiene una iniciativa de conversaciones (conversatorios políticos) en el país. Estamos en un año preelectoral y uno diría que se está proyectando políticamente.
Yo creo que está absolutamente claro, por las encuestas, estudios, que este Gobierno está en una etapa de declinación y se empieza a considerar ya el ‘posevismo’. Yo veo que este año no es electoral, este es un año donde hay que seguir exigiendo que se respete el voto del 21 de febrero. Pero la Fundación Pazos Kanki, que tiene que estar siempre pensando en lo que viene más adelante, ha decidido llevar un plan de trabajo para ver–no de manera partidaria, no de manera personal– lo que tendrá que hacer el país en el posevismo.
Y, desde ese punto de vista, se ha comenzado en La Paz y en Santa Cruz con una señal muy clara, es un esfuerzo plural. Se ha convocado a varios intelectuales, profesionales, para iniciar ese trabajo. Aquí en Santa Cruz se ha presentado al arquitecto Fernando Prado, que es un profesional reconocido en materia de planificación. Ha estado presente en La Paz y en Santa Cruz María Belén Mendívil dando una señal clara a los jóvenes y a los grupos ciudadanos: hay que trabajar entre todos –ciudadanos, académicos, políticos– para este esfuerzo de lo que tendrá que hacerse en el país hacia adelante.
Samuel, ¿por qué cuesta tanto imaginar el ‘posevismo’? Habla de valores democráticos: separación de poderes, respeto al voto, etcétera. Pero, de ahí en más, parece que para la oposición es difícil pensar en lo que se debería hacer con el resto de las cosas.
No, no cuesta. Yo tengo un criterio y se lo voy a comentar ahora, pero creo que lo que hemos iniciado –los conversatorios– no es para que solamente se conozca mi criterio o el criterio de Diego Ayo o de Fernando Prado, sino de volverlo un ejercicio colectivo, amplio.
¿Cómo imagina el ‘posevismo’?
En materia económica, está claro que lo que quiere el país no es un estatismo exacerbado. Hemos visto los resultados de hacer ingenios azucareros donde no hay caña, de hacer una fábrica de fertilizante en el lugar equivocado… En fin, muchos errores que se han cometido y que además muestran de que este Gobierno no ha cumplido su tarea fundamental, que era diversificar la economía. Seguimos dependiendo del extractivismo… Ahora dependemos más que antes de la extracción de materias primas.
De ahí salen las tareas: dar mayor apoyo a los emprendedores, hay que dar apoyo a los productores, no hay que pensar que el Estado tiene que seguir expandiéndose, el Estado que se quede con lo que es estratégico y que lo administre bien…
Ahora, Samuel, usted plantea un país muy normal, sin mucha épica. ¿Adónde nos llevaría el gobierno que usted nos plantea?
Lo primero y más importante es cambiar la matriz productiva del país, que no estemos atentos a lo que pasa con el precio de las materias primas…
Lo escuchamos hablar, por un lado, de recoger opiniones sobre qué camino debería tomar el país, cómo se debería gobernar y también da opiniones. Esto hace pensar que va a ratificar su aspiración de ser presidente en 2019.
No, yo no me he negado nunca mi aspiración, tengo una aspiración. Pero no es el momento. Reitero: yo creo que este año estamos haciendo funcionar muy bien la unidad para la resistencia. Esa ha funcionado muy bien el 21 de febrero de 2016. Está claro que estamos trabajando en esa unidad. Más adelante habrá que ver la unidad electoral: y eso tampoco es el deseo de un político, es un mandato de la población. Yo recuerdo que el jefe del MSM, cuando en la anterior elección se habló de unidad, salió y dijo: “Que se unan los débiles”. ¿Qué hizo la población?
Le restó su apoyo y perdió su personería. Esa es la señal clara que dio la población. El que no quiera sumar va a ser castigado.
Luis Revilla, líder de SOL.Bo, lo critica y vimos un entredicho entre ustedes. Eso hace prever que no tendrán acuerdos.
No. Yo no soy alguien que construye muros, no soy excluyente. Por ahí va mi crítica al alcalde de La Paz.
¿No es porque usted está pensando en ser alcalde de La Paz?
Mi crítica no tiene que ver con un cargo. Mi crítica tiene que ver con el hecho de que si queremos mejorar la democracia, no podemos hacerlo con exclusiones. “No estos, no aquellos”. Sabemos que el señor Revilla y varios otros han sido socios del MAS. Nos dicen: “Váyanse, ahora nos toca la posta a nosotros”. O he escuchado a alguna otra persona que dice: “No, ya han gobernado”. UN, el Movimiento Demócrata Social, el mismo SOL.Bo, UDA somos de la nueva etapa democrática, posterior a 2003. Ninguno de esos partidos hemos gobernado. Yo no he sido presidente, no he sido vicepresidente: yo he sido ministro hace 25 años. Y como le dije al alcalde de La Paz, yo he sido ministro dos años, y que me hablen de renovación quienes están 20 o 25 años, yo no lo entiendo.