Cuando faltan 21 días para las elecciones generales, la preocupación principal no se concentra únicamente en quién vaya a ganar, sino en la confiabilidad del órgano que administra el proceso y que debe ser garantía de transparencia.

Según un informe de Página Siete, al menos seis anomalías socavan la credibilidad y confianza del Tribunal Supremo Electoral (TSE). Los puntos van desde  las renuncias y retiros  de funcionarios hasta el  “inusual” incremento  del padrón. 

Este último aspecto es uno de los más polémicos y está causando preocupación en sectores opositores ante el temor de un posible fraude electoral, considerando que los integrantes del TSE son todos, o casi todos, dependientes del Órgano Ejecutivo.

Diferentes especialistas, como el abogado Carlos Börth o la diputada Jimena Costa, y análisis propios de los medios de comunicación independientes  detectaron que en decenas de municipios del país se incrementó el número de registro de manera inexplicable.

En La Paz, según Börth, de los 87 municipios existentes, en nueve se observa un incremento por encima del 20%;   esa situación se percibe también en 23 municipios de los 56 que tiene Santa Cruz. Beni y Pando son los lugares que más causan preocupación. El analista detectó que en el municipio pandino de Sena  el crecimiento es superior al 70%, mientras que en el de Achocalla, en La Paz, el aumento es del 43%.

No existe, obviamente, ninguna posibilidad de que en alguna parte del país la población hubiera subido en 20% en sólo dos años, desde las elecciones judiciales anteriores. Para no hablar de un 70% de aumento.

Las explicaciones pueden ser muchas: puede tratarse de acarreo de votantes, como ya se denunció  con pruebas entre localidades de Beni y Pando, nuevos asentamientos de colonizadores o intentos de realizar fraude en el país mediante registros fantasmas. 

Por ejemplo, en la Chiquitania, según hace notar la diputada Costa, hubo un crecimiento del padrón de alrededor de 130% en 14 años. En el mismo lapso, según estudios de especialistas en el tema tierra, en esa zona se produjeron 1.400 asentamientos de nuevas comunidades. Eso quiere decir que se está produciendo una colonización no con fines económicos, sino políticos, con miras a controlar la Asamblea Legislativa.

En el plano internacional ocurre algo similar. Según el nuevo padrón, existen en el exterior 341.001 registrados, es decir, 31% más que hace dos años. También ese aumento es muy extraño, atribuible, dicen las autoridades, a un mayor interés de los bolivianos en el exterior a registrarse. Lo cierto es que el TSE decidió, de manera abusiva, sólo hacer un proceso de registro permanente en Argentina, Chile, Brasil y España, pero no en EEUU, por ejemplo, donde el voto es mayoritariamente negativo para el MAS.

A ello se suman las  16.000 cédulas repetidas que se detectaron en el padrón; no obstante, el TSE dijo que “ya se regularizaron”. 

Otra anomalía está relacionada con la denuncia de que  hay fallecidos habilitados para votar y designados como jurados. 

Un problema adicional son las  salidas y retiros de funcionarios del TSE. La pasada semana despidieron a los responsables del conteo rápido de Santa Cruz, Cochabamba y La Paz. Hasta la fecha se registraron  casi 40 salidas de funcionarios.  Del total, al menos 10 son profesionales del área de informática  y otra cantidad similar son de conteo rápido.   

A todo ello se debe sumar la decisión de los vocales  de adelantar los trámites para las  subnacionales, cuando está en pleno desarrollo el proceso electoral general.

 Ante las observaciones, en las últimas horas, el vocal Antonio Costas, el más abierto entre todos, ha salido a la palestra para pedir confianza a la gente y asegurar que el sistema está blindado. Sin embargo, no es suficiente, puesto que el TSE necesita generar confianza ciudadana en cada uno de sus actos para que al día siguiente de la votación nadie dude de los resultados.